Esta escena ya la conoces: un día largo y agotador, cenaste bien y quieres relajarte o simplemente te preparas para dormir, pero surge un inexplicable antojo de una botana o algo dulce
¿Por qué eres así?
Ja, es una broma. Esto es de lo más normal del mundo, pero aquí te diremos cómo combatir el ansia de bocadillos nocturnos.
A pesar de lo que dicen muchas modas del ayuno, no es la mejor idea irse a la cama con hambre. Esto es especialmente cierto para las mujeres. Nuestras hormonas se encuentran en un delicado equilibrio, y el azúcar en la sangre afecta principalmente a este equilibrio. Si nos vamos a la cama con hambre, es posible que nos encontremos completamente despiertos alrededor de las 3 a. m., aparentemente inexplicablemente.
Esto se debe a un ayuno o hipoglucemia nocturna , una reacción que significa que nuestros niveles de glucosa en sangre bajan demasiado, y nuestro cuerpo comienza a producir cortisol para que tengamos la energía para ir a buscar los alimentos necesarios. Es una táctica de supervivencia. Dado que (normalmente) no estamos muriendo con seguridad en este escenario y simplemente estamos tratando de reducir las llamadas nocturnas, esto puede ser frustrante.
El sueño es una parte vital del bienestar integral, incluida la pérdida de peso, por lo que descansar bien durante la noche es incluso más importante que ayunar durante esa hora extra. Por lo tanto, cuando necesitamos un refrigerio nocturno, la ciencia dice que nos apoyemos en él.
Opciones saludables
La verdad del asunto es que todo se reduce a opciones. Nuestros cuerpos quemarán esto mientras dormimos y usarán la energía para regenerar células y limpiar la casa.
Yogur con miel
En lugar de comer helado con alto contenido de azúcar, elige un yogur rico en probióticos y proteínas. El sabor simple es agrio, por lo que, si necesita más dulzura, un chorrito de miel serán suficientes carbohidratos para pasar una noche de sueño reparador mientras alimenta sus músculos por la mañana.
Hummus
El hummus es una fuente de proteínas súper limpia y una gran golosina salada. Cómelo con pepinos o zanahorias para un sueño reparador.
Avena
Una pequeña porción de avena tibia, suave y reconfortante es una excelente opción para llenar la barriga y descansar. Es un carbohidrato complejo que se descompone lentamente en el tracto digestivo para evitar caídas o picos de azúcar en la sangre que interrumpen el descanso.
Ponte creativa. La avena puede no siempre tiene que ser dulce: ¡pruébala con cebolla!
Palomitas de maíz
Si no es tanto el hambre lo que te impide cerrar los ojos, sino el deseo voraz de algo crujiente, ¡prepara unas palomitas de maíz frescas!
Omita las cosas para microondas y prepare algunas en la estufa. No hay necesidad de intimidarse, es muy fácil: todo lo que necesita es una grasa (mantequilla, aceite de oliva, coco o aguacate) y algunos granos orgánicos, et voilà.
Semillas de calabaza
Las semillas de calabaza son crujientes, masticables, saciantes y ricas en proteínas (con cáscara puesta para una textura adicional y factor de masticación), así que resultan un bocadillo ideal para la hora de acostarse.