Cómo tomar sol si estás embarazada

Si estás embarazada y deseas tomar el sol, es importante tener en cuenta que los cambios hormonales pueden afectar tu piel, y una exposición excesiva al sol puede favorecer la aparición de estrías y reducir los niveles de ácido fólico. Por ello, es crucial seguir estas recomendaciones para protegerte adecuadamente.

Durante el verano, aumentan las opciones para disfrutar del aire libre, ya sea en terrazas, piscinas, playas o montañas. Es comprensible que desees lucir un bronceado durante tu embarazo, pero debes extremar las precauciones y cuidados necesarios para proteger tu piel.

Es importante destacar que, durante el embarazo, algunas cremas deben ser evitadas. A continuación, te presentamos estas recomendaciones recomendaciones.

1. Protector solar, el must del verano

De manera general, es preferible optar por cremas solares que no cuenten en su composición con los siguientes elementos:

  • Propylparaben y butylparaben. Estas sustancias químicas, conocidas como parabenos, son conservantes que tienen un efecto disruptor endocrino, pudiendo alterar el funcionamiento de nuestro sistema hormonal.
  • Ethylhexyl methoxycinnamate (OMC). Filtro solar considerado como disruptor endocrino.
  • Butylphenyl methylpropional. Esta sustancia puede causar alergias y dermatitis de contacto. Además de esto, podrían alterar la información genética, aumentando el riesgo de mutaciones.

No es recomendable tomar el sol más de media hora, ni tampoco entre las 12 y 16 horas, sino mejor durante las primeras horas de la mañana o del atardecer

Mujer embarazada en playa mar vestido blanco

2. Bañador, mejor que bikini

Es fundamental proteger la barriga y el pecho del sol. Por eso es mejor el uso del bañador antes que el bikini, para cubrir más tu cuerpo.

Además, la línea alba, que se extiende a lo largo de todo el vientre y suele aparecer alrededor del cuarto mes de embarazo, adquiere un color más oscuro cuando le da el sol, por ello, es mejor el bañador, para evitar la exposición de manera directa.

En cuanto a los senos, los expertos recomiendan no hacer topless

La piel del pecho es delicada de por sí, durante el embarazo se vuelve más sensible y vulnerable. Por otro lado, el exceso de radiación solar perjudica a las fibras de elastina, es decir, aumenta la aparición de grietas y estrías.

Evita que te dé el sol de modo directo, una sombrilla o un lugar con sombra son la mejor solución para poder resguardarte

Mujer embarazada posando en la luz del sol
Fotografía de Freepik

3. Vigila tus niveles de ácido fólico

En verano, los rayos UVA y UVB pueden disminuir tus niveles de ácido fólico, perjudicando el desarrollo del feto. Por este motivo es mejor tomar el sol durante máximo media hora y además tomar alimentos que contengan ácido fólico o suplementos vitamínicos con este nutriente.

El ácido fólico es fundamental para la formación del sistema nervioso de un bebé porque reduce el riesgo de defectos en el tubo neural del bebé, es decir, el futuro cerebro y la médula espinal del recién nacido.

Este artículo tiene un ejemplo práctico de un día de comida que te puede hacer más fértil, incluyendo alimentos si eres vegetariana o vegana. *** Mujer embarazada comiendo ensalada en cocina

4. Acostada sí, pero mejor de lado

No se recomienda tumbarse boca arriba para tomar el sol durante el embarazo, sobre todo en el último trimestre. Y esto se debe a que todo el peso del útero cae sobre la espalda, intestinos y vena cava inferior (encargada de devolver al corazón la sangre que viene de la parte inferior del cuerpo) y, en algunos casos, incrementa el riesgo de muerte fetal.

La mejor opción es sentarse en una silla o hamaca que te dé la posibilidad de coger sol semi-incorporada. También es recomendable tumbarse de lado o caminar por la orilla del mar a una hora no muy calurosa, paseando con los pies en el agua.

Mujer embarazada tomando pastilla capsula vaso agua

5. Hidrátate todo lo que puedas

Además de tener en cuenta todas las precauciones anteriores a la hora de tomar el sol, es fundamental beber mucha agua y mantenerte hidratada, especialmente a partir del segundo trimestre de embarazo, cuando la sed de la futura mamá aumenta.

Con todos estos consejos, podrás disfrutar del sol y el verano durante tu embarazo. Ante cualquier duda, consulta previamente a tu médico para contar con información y recomendaciones adecuadas a tu historial clínico.