Los tiempos en los que vivimos han impuesto en nosotras múltiples presiones en las que constantemente necesitamos estar ocupadas.
En consecuencia, la noción de productividad guía nuestra existencia, y en otro momento hablaremos del derecho al descanso y la importancia de no hacer nada, porque ahora, como el título de esta entrada lo dice, tenemos 7 consejos para volvernos más productivas.
1. Termina tu jornada a tiempo
Tener el control de tu tiempo te ayudará a rendir más. En México (y otros lugares “en vías de desarrollo”) estamos muy acostumbrados a tener una hora fija de entrada al trabajo, pero no de salida. Cuando asumimos el control de nuestro horario, y lo respetamos, tenemos tiempo para descansar, para vivir nuestra vida. Recordemos la consigna de 8 horas de trabajo, 8 horas de esparcimiento y 8 horas de descanso.
Piensa en cuánto pierdes cada vez que “te pones la camiseta”, en especial cuando ni siquiera te pagan las horas extra
2. Haz una lista para el día siguiente
Después de terminar tu jornada a tiempo, el siguiente paso es dedicar el final de tu horario laboral a hacer notas y recordatorios de las actividades pendientes para el día siguiente.
Para esta checklist necesitas calcular tus tiempos, organizar tus tareas y darles prioridad. Con esta acción podrás exigirte, pero también reconocerás tus logros, incluyendo lo que te falto o que pudo salir mejor.
Puedes replicar esta agenda para tu vida fuera del trabajo, y este orden te dará paz y control de tu tiempo
3. Aprende a descartar y prioriza
Clasifica tus actividades, descarta, aprende a decir no, recuerda estas administrando tu tiempo así que pon las etiquetas de lo imprescindible, lo urgente, lo valioso, lo necesario y lo que no importa.
4. Enfócate y desconéctate
Al 100 % en todo: si se trata de trabajo, entrégate al máximo; si se trata de relajarse lo mismo. La cuestión es el balance, la oportunidad y saber distinguir donde termina uno y comienza el otro.
Las rutinas se pueden volver divertidas o menos complicadas si le pones entusiasmo, un poco de música acorde, un buen ambiente, un trato cordial.
5. Descansos y entrenamiento
De acuerdo con las investigaciones disponibles en el tema, los seres humanos pueden mantenerse enfocados un máximo 90 minutos en promedio. Después de eso necesitas un break para recuperarte; pero esto no quiere decir que dejes de trabajar, sino que puedes romper la escena para checar tus cosas personales, relajarte, charlar, intercambiar ideas, buscar otro enfoque, darle tiempo a tu mente para que detone su creatividad, sacudirte el polvo, hidratarte, ajustar la postura, un masaje, ejercicio, distensión, el propósito es solo recargar la batería para regresar al trabajo con nueva y más vital energía.
Unas horas sin redes sociales también ayudan, dale privacidad, ponle atención y disfruta de tiempo de calidad con tu pareja, la familia, los amigos y tus mascotas
6. Las juntas que pudieron ser un e-mail
No hagas una reunión sin un plan, preparación, agenda y propósito definidos.
Puedes usar el método 8W:
- Por qué (área, negocio, unidad, tema central)
- Para qué (problemas a resolver, decisiones a tomar, resultados)
- Qué (contenidos, argumentos, datos)
- Cuándo (fecha, hora, no te olvides de las diferencias horarias)
- Dónde (sede, chat, plataforma)
- Quién (debe asistir)
- Cuánto (costos)
- Cómo (logística)
7. Construye tus ambientes
Nuestros sentidos son canales de contacto con el medio ambiente, lo que vemos, oímos, sentimos, olemos, tocamos nos estimula positiva o negativamente.
Selecciona el tipo de música, cuida el orden de tu espacio de trabajo, ajusta tus tiempos de traslados. Parece banal pero no lo es, todos los estímulos que recibes detonan o afectan tus niveles de estrés.
Ordena tus archivos, tu lugar de trabajo debe ser una zona de confort y productividad: los colores, el ambiente, la saturación, el hacinamiento son factores negativos que debes eliminar o reducir al máximo.
Con información de Forbes México y Capitol Consulting & Communication
Foto de portada por Carl Heyerdahl on Unsplash