Con estos consejos evitarás que tus propósitos de una vida saludable te aburran o cansen
Los propósitos de año nuevo más comunes son mejorar nuestra salud, hacer dieta y también ejercicio. Pero ¿por qué estas metas pocas veces se cumplen?
Además de los buenos deseos, es necesario tener planes para alcanzar nuestros objetivos, y ser consistentes con ellos.
La consistencia ayuda a establecer y reafirmar nuestro compromiso con nosotras mismas, a mantenernos motivadas y también nos permite ver los avances que conseguimos
Concentrémonos en que te has propuesto para este 2021 una vida saludable. Ahora, para mantenerte encaminada y no bajar la guardia, te presentamos algunos consejos que pueden ayudarte para cumplir tus objetivos.
1. Establece expectativas realistas
Este es probablemente el consejo más importante a tener en cuenta. Al establecer metas realistas que ayudarán a aumentar los hábitos de vida saludables, es más probable que esas prácticas se mantengan y se vuelvan habituales.
¿Tienes tiempo para planificar las comidas una o dos veces por semana? ¿En verdad podrás dedicar una hora diaria para ejercitarte? ¿Conoces a alguien que haya dejado de fumar o beber de un día para otro?
Muchas veces el trabajo, los cuidados del hogar y nuestras actividades diarias, nos orillan a resolver problemas de la forma más rápida; pero no siempre es la que más nos conviene. Si esto te ocurre así, ¿cómo puedes adaptar este objetivo para lograrlo de la mejor manera y poder mantenerte en un camino constante?
2. Haz pequeños hábitos
Nos encanta la frase baby steps o “un paso a la vez”. porque es la forma en que debemos abordar todo lo que trabajamos o a lo que dedicamos nuestro esfuerzo.
Medir nuestros avances en pasos pequeños ayuda a crear consistencia, nos da claridad en nuestro progreso y permite un cambio duradero
Si eres alguien a quien le gustan los dulces (como muchas de nosotras), tu objetivo quizás sea limitar tu consumo de azúcar. En lugar de eliminar por completo el azúcar (especialmente si es algo que consume a diario), comienza con un día completo de descanso, luego hazlo gradualmente dos días, luego tres días, y así sucesivamente.
Hacer estos pequeños pasos te ayudará a solidificar tu intención de limitar tu consumo de azúcar, y no invitar a un estado de antojos intensos o tentaciones persistentes, el famoso y dañino atracón.
3. Haz del desayuno tu comida estrella
La primera comida del día marca el ritmo de cómo elegirás nutrirte el resto del día. Al hacer del desayuno la comida prioritaria, estás tomando conscientemente la decisión de comenzar el día con una buena nota, y esta elección consciente será un catalizador en las decisiones que tomarás para el almuerzo, los refrigerios y la cena.
El desayuno siempre debe incluir una fuente de proteínas, grasas saludables, carbohidratos energizantes y fibra para que te sientas saciada y con energía
4. Apégate a tu lista de compras
Todas hemos escuchado la frase “no vayas de compras con hambre”. La razón es que, si vas con antojos, comprarás más de lo que necesita y terminarás con más alimentos de los que puedes consumir naturalmente.
Evita llevar a casa comidas que no están en tu dieta con una lista de compras antes de ir a la tienda ¡y apégate a ella!
Si ya estás en una dieta o un régimen alimenticio específico, anota lo que necesita, teniendo en cuenta todos los tipos de alimentos que prepararás, y compra justo lo que necesita para darle vida a tus comidas.
5. No seas demasiado restrictiva
Los nuevos alimentos representan un cambio de la energía en calorías que recibíamos, además de los sabores a los que estabas acostumbrada.
Una de las razones del fracaso de dietas es que nos cansan, nos hacen sentir débiles o simplemente nos aburren
Cuando somos demasiado restrictivas con las dietas, no solo podemos crear una mala relación con los alimentos a largo plazo, sino que también ocasionamos deficiencias de nutrientes. Por eso es tan importante comer una variedad de alimentos saludables. Puedes agregar color a tus platos con frutas y verduras.