Cuando Ashley Neese decidió celebrar su cumpleaños número 30 asistiendo a un Retiro de Meditación Silenciosa en el norte de California, no sabía que estaba a punto de embarcarse en una experiencia profundamente transformadora. Durante una semana, enfrentó una gama de emociones, desde tristeza y miedo hasta introspección y reflexión profunda.
“Estaba aterrorizada de estar conmigo misma en silencio tanto tiempo, de ser tan íntima con mi respiración, mi cuerpo, mis pensamientos y el dolor que llevaba de mi reciente ruptura”, confiesa Ashley Neese
Sin embargo, tras la tormenta llegó la calma. “Aprendí que, a pesar de la tremenda incomodidad del dolor, finalmente todo pasó, y en ese momento sentí un descanso profundo gracias al silencio. Ahora entiendo que del silencio, podemos profundizar en nuestros cuerpos, metabolizar los aprendizajes, y acceder al vasto vacío del desierto, la profunda belleza que vive dentro de cada uno de nosotros”.
¿Cómo comenzar con la práctica del silencio diario?
Normalmente, la rutina del día a día y la vida adulta no nos permitiría tomarnos una semana entera de meditación como lo hizo Ashley; pero puedes regalarte unos minutos cada día. Incluso actividades simples como caminar, comer a solas o tomar un baño pueden convertirse en momentos de silencio introspectivo.
La clave de este ejercicio de introspección es hacerlo sin distracciones como teléfonos móviles o dispositivos electrónicos. Sólo tú y tu compañía por 10 minutos al día. Escúchate, conecta con tu cuerpo, siéntelo. Presta atención a tu respiración, inhala y exhala, quédate contigo misma.
A medida que implementes esta práctica en tu vida, observarás cómo cambia tu sentir y tu percepción. Puedes incluso aumentar el tiempo a medida que veas tu progreso, recordando siempre que lo más importante es conectar con tu interior.
Una práctica diaria de silencio
- Mejora el estado de ánimo: La relajación que sigue a la meditación ayuda a reducir el estrés y promueve emociones positivas.
- Fortalece el sistema circulatorio: La calma en tu interior se refleja en la tranquilidad de tu corazón, tanto física como emocionalmente.
- Refuerza el sistema inmunológico: La meditación genera anticuerpos que estimulan las áreas del cerebro encargadas del sistema inmunológico.
- Reduce la ansiedad: Al enviar a tu cerebro información menos intensa, reducirás el estrés y la ansiedad.
- Mejora la toma de decisiones: La parte de razonamiento de tu cerebro se ejercita y fortalece.
- Aumenta la memoria y concentración: La práctica constante de la meditación silenciosa mejora la capacidad de retención y concentración.
Así que ya lo sabes, esta forma de meditación es ideal si buscas beneficios a nivel mente-cuerpo y es sencilla de implementar en tu vida diaria. Incluso unos pocos minutos al día pueden marcar una gran diferencia en tu bienestar general. ¿Estás lista para empezar? ¡Te animamos a descubrir los beneficios por ti misma!
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