“Mucho del arte tiene que ser caótico y honesto; entonces, luchar contra esta parte mía super perfeccionista de ‘todo tiene que salir perfectamente bien’ me desafía mucho”
Estamos muy felices de tenerte en nuestra portada de diciembre, ya en este cierre de año que son fechas bonitas para todos.
Si, la verdad es mi época favorita del año, yo soy muy navideña. Yo el primero de diciembre empiezo a mandarle mensajes a mis amigos de “¿cuándo va a ser la cena?” y todos así de “no seas esa persona, Paly”. Pero yo estoy muy feliz, muchas gracias por invitarme.
¿Nos podrías contar un poco sobre cómo has ido abriendo camino en esta industria? Sabemos que tiene muchos retos y ahora más que nunca se necesita ser muy versátil. ¿Cómo has logrado eso bajo tu propio nombre?
La verdad es que no ha sido un camino fácil, son muchas complicaciones y retos que, a lo largo de los años, he tenido que demostrarme a mí misma mis capacidades como actriz, como una persona independiente, una mujer talentosa y trabajadora. Al final de la jornada, de cada proyecto, siempre el trabajo honesto y duro rinde frutos.
Es hasta este momento de mi carrera que por fin estoy empezando a ver un poco el arbolito de esta semilla que llevo cuidando y cosechando durante muchos años ya. Poco a poco se me están abriendo caminos, oportunidades y proyectos muy chidos. Estoy muy agradecida; pero también muy consciente de que es un trabajo que me ha tomado mucho tiempo, que ha requerido mucha paciencia y consciencia de mi parte.
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La constancia es básica para cualquier trabajo. Y hablando de paciencia, se empalmaron la serie “Playa Soledad” y la obra de teatro “Escape Room”, ¿cómo ha sido sumergirte en diferentes formatos de entretenimiento casi simultáneamente?
Estuvo muy cañón. La verdad es que yo venía de hacer mucho cine, muchas series, y este año me propuse hacer teatro porque fue lo que yo estudié, y había regresado a un escenario hasta este año.
Mi sueño desde siempre es desenvolverme en todos los formatos actoralmente y, por cierto, también quiero hacer doblaje. Tengo muchos planes, así que en este 2023 salió “Playa Soledad” y comencé a sumergirme full en el del teatro, que ha sido mágico para mí.
Es maravilloso poder trabajar con, por así decirlo, dos técnicas de actuación completamente distintas. Tanto el teatro como las series me dejan explorar y salirme de mi zona de confort. El teatro es muy difícil, y que “Escape Room” haya tenido tanto éxito y tan buena crítica es un honor para mí.
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¿Y cómo ha sido el proceso de transitar entre actuación, conducción, música, composición?
También fue muy duro, ja. Empecé cantando y cuando se dio el boom del reggaetón supe que estaba muy fuera de la línea lo que quería hacer en ese momento. Tomé la decisión de volver a la actuación, y la realidad es que yo soy actriz: antes que cantante, antes que conductora y antes que todo, soy actriz.
Es curioso porque cuando empecé mi carrera no tuve oportunidades como actriz; pero sí se me abrieron puertas como conductora y cantante. Soy una persona que fluye mucho, y trabajé en lo que tuve en ese momento. Pienso que ir tomando las cosas que te va echando la vida te permite explorarte a ti misma también. Siempre he sido muy trabajadora y cualquier oportunidad que me han dado, la he tomado. Siempre trato de hacer lo mejor que puedo, de prepararme, de realmente entregarme a lo que sea que esté pasando en ese momento.
Volviendo a la música, te adelantó que antes de que se acabe este año sacaré algo, algo que me debo a mí personalmente. Tengo mucho que decir, y componer es algo que hago para mí, es un proceso de sanación y de autoconocimiento que necesito.
¡Qué maravilla! Creo que al final las mujeres tenemos un poco más de libertad para sanar a través de la expresión: si quieres cantar, perfecto; bailar o brincar también lo puedo hacer.
También pienso que las mujeres somos multifacéticas; conozco muchas mujeres que las he visto hacer de todo y es super admirable. Es increíble cómo podemos adaptarnos y evolucionar a lo que sea que esté sucediendo para poder salir adelante. Siento que es un rasgo que adopte al crecer al lado de puras mujeres: a mí lo que me pongan lo resuelvo.
En este sentido, la composición es terapéutico para mí, es de las herramientas que he adquirido para decir lo que tengo que decir.
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¿Y de estas facetas como actriz y en la música hay alguna que te desafíe de manera particular?
El teatro ha sido hasta hoy lo más retador que he tenido que hacer como ser humano, actriz, artista e intérprete. Me costó mucho trabajo porque me pongo muy nerviosa, en verdad me siento tan vulnerable frente a la gente, además del peso tan grande de que todo es en vivo. Encima de todo, soy muy perfeccionista y me cuesta mucho trabajo saber que puedo cometer un error; me ponía grave.
El teatro me ayuda a fluir, comencé a decir “bueno, ni modo. Me equivoqué y dije la línea mal o hice esto mal y no paso nada”. El teatro es súper desafiante a nivel personal y profesional porque el arte no es perfecto. Mucho del arte tiene que ser caótico y honesto; entonces, luchar contra esta parte mía super perfeccionista de “todo tiene que salir perfectamente bien” me desafía mucho.
El teatro, y en general el arte, me ayudan a aceptar que hay muchas cosas que están fuera de mi control. Si sale o no sale la luz, si pasa o no pasa tal cosa, todo eso me ponía muy mal, y poco a poco lo he ido soltando; pero sí, definitivamente el teatro ha sido muy duro.
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Hablando un poquito de tus otros proyectos como la series “¿Cómo sobrevivir soltero?” y “Felices los 6”, ¿cómo elegiste estos personajes? ¿Qué te atrajo de ellos?
En el caso de “¿Cómo sobrevivir soltero?”, venía de grabar “Ana”, con un papel de una influencer muy fresa, exótica y extrovertida, así que en ese momento quería interpretar a alguien más cerrada, más seria, una empresaria o algo más Godín, y se dio perfecto la oportunidad con “¿Cómo sobrevivir soltero?”. También la línea romántica que tenían Sebastián y Carolina en la serie me pareció muy bonita, interesante y familiar.
Por otro lado, “Felices los 6” es una serie que puede ser hasta polémica porque habla de poligamia. Pato, mi personaje es lesbiana y tiene una relación abierta con su pareja. Además, comparten la casa 6 personas, y todos están involucrados con todos. Con “Felices los 6” estudié sobre estos vínculos amorosos para poder representar a alguien que vive en una sociedad donde es un tabú, y poder hacerlo sin juzgar es super interesante para mí.
Otro desafío de “Felices los 6” fue grabar la serie en Argentina. Estaba en un país extranjero donde no conocía a nadie, y experimenté la soledad por muchos meses. Además, el nivel actoral en Argentina es altísimo, entonces me inspiró y retó mucho: tuve que acomodarme a un nuevo tono de comedia, a otro acento y otras costumbres.
Así que a veces hago papeles muy suavecitos por mi salud mental, y en otras ocasiones me voy con todo porque quiero que mi personaje dé un mensaje o enseñe algo.
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Hablando de esto, ¿hay algún aprendizaje memorable que te gustaría compartir con nosotras?
Lo más importante que he aprendido en esta industria es a no competir con nadie. Este mundo de por sí es duro, y en la actuación estás en constante competencia. Si tú empiezas a poner tu valor en esa competencia, sólo te desgastas y bajoneas, incluso te genera inseguridad.
He aprendido que cada una está en su propio camino, que te va a tocar lo que te tenga que tocar, y que tú no estás compitiendo con nadie porque tú eres única e irremplazable.
Ana de la Reguera es una excelente compañera, y ella me enseñó muchísimas cosas respecto a compañerismo y sororidad. Con ella pude ver diferente el compañerismo, crecer juntas y ver que no hay competencia porque tú brillas y yo brillo. Tengo muchos compañeros que me han llevado a este lugar, a estar muy agradecida con la gente que me rodea, a aceptar que no tengo que competir con nadie y sólo tengo que hacer lo mejor que puedo aquí.
Ya para terminar, ¿cómo ha sido trabajar con tu mamá en proyectos como Infelices para siempre? ¿Influye de alguna forma en tu enfoque creativo?
No, la verdad es que mi mamá es super respetuosa. Las dos tenemos formas muy distintas de trabajar, y poder interpretarla de joven es algo que se va a quedar por el resto de la vida. Trabajar con ella, compartir y aprender de esto que amamos es un honor, porque mi mamá es una chingona. Además, en el set mi mamá no es tan mamá; es una mujer y una actriz super profesional.
Créditos
Fotógrafo: Infierno.
Agencia: Jerry ML.