Cuando regreses de tus vacaciones (o al final del verano) es necesario reforzar la hidratación y utilizar cremas despigmentantes
Las principales consecuencias del sol, el cloro y la sal del mar en la piel son las manchas y la deshidratación, que puede conllevar la aparición de líneas de expresión y arrugas.
En líneas generales, una buena rutina para que tu piel se recupere del verano sería la siguiente:
Exfoliación regenerativa
Exfolia tu piel una vez a la semana. Así eliminarás las impurezas y células muertas, además de limpiar los poros.
Aumenta la hidratación diaria
Puede que con el clima caluroso del verano tu piel se vuelva un poco más seca de lo habitual.
Incluye un sérum hidratante antes de tu crema habitual, así como mascarillas hidratantes, una o dos veces a la semana, y productos que contengan ingredientes como el ácido hialurónico, que garantizan una correcta hidratación.
Guerra a las manchas
Si las vacaciones te dejaron algunas manchas y ya no vas a estar expuesta al sol, es el momento de empezar con los tratamientos despigmentantes.
Busca la asesoría de un profesional para encontrar el mejor tratamiento antimanchas. Lo ideal es incorporarlo a tu rutina nocturna y sigue utilizando por el día protectores solares en el rostro
Limpieza
No descuides la higiene, en especial la de tu rostro, y usa los productos específicos para tu tipo de piel.