El maestro Amador Montes platicó con nosotros sobre cómo la pandemia influyó en su proceso creativo y vida diaria: hubo cambios en su obra, y aquí te dejamos una muestra de lo que viene
¿Cómo ha sido para usted el primer año de encierro por la pandemia?
Aunque parezca extraño, fue benéfico porque puede retomar proyectos que traía: volver a escribir, a dibujar, a revisar muchos pendientes, a realizar algunas cosas que no había explorado por el día a día; realmente fue un tiempo y espacio muy personal, me llevó a elaborar proyectos que pronto podrán ver.
¿Se vio afectado su proceso creativo?
Me gusta viajar, salir, conocer gente, ir a lugares para conocer historias, por lo que sí fue un poco complicado. Sin embargo, el hecho de tener tiempo para hacer otras actividades como leer un poco más, ver películas, analizar más mi trabajo, tener más tiempo para contemplarlo… Una parte me afectó, pero también me ayudo.
¿En qué tipo de obras está trabajando ahora?
Con el tema de la pandemia experimenté el color en su máximo esplendor, es lo que ahora estoy haciendo ahorita: trabajar con mucho color, con otro tipo de iconografía, con otro tipo de proyecto.
¿Qué mensaje hay detrás de estas piezas?
Hubo un momento en que era muchísima esperanza, porque el color siempre nos remite a la esperanza, a la alegría, al bienestar, a la potencia física y emocional; pero realmente no hay mensaje detrás, eso cada espectador lo toma a su propia interpretación, a su propia aceptación, es algo muy personal. En realidad, no trato de dar mensajes a través de mi pintura.
¿Alguna vez imaginó que viviríamos algo así?
No exactamente así, pero siento que es el resultado de todo lo que hacemos los seres humanos: al no cuidar la naturaleza, al no tener esta contemplación por muchas cosas, al no poner en práctica la sabiduría emocional para poder ser humildes ni sinceros como deberíamos de ser; siento que es, al final, es una consecuencia del caos humano en el que vivimos.
¿Y en términos de consumo de arte, hubo cambios a raíz de la pandemia?
Si, se modificaron muchas cosas en el consumo del arte: antes podía darse un poco más en que se comprara de manera “masiva”; ahora la gente compra arte para sanar, para tener una retroalimentación. Siento que esos cambios han hecho que se puliera la inversión en el arte, y de la gente que lo compra.
¿Cómo se está comportando ahora el mercado del arte?
Realmente considero que eso es más bien una pregunta para las galerías, los dealers, la gente que maneja el mercado del arte; yo he tenido la fortuna de contar con un coleccionismo sensato, pulcro e inteligente, ellos van comprando mis piezas poco a poco y conforme van saliendo de este hoyo, el cual no solo es económico, sino también emocional.
¿Se imagina si una situación así se hubiera presentado al comienzo de su carrera?
Hubiera sido mucho más difícil mi inicio, porque lejos de la venta, el tema de ser más libre, salir a hacer exposiciones, viajar, experimentar más… Todo esto a los jóvenes seguramente les ha de haber pegado más en esta capacidad de salir. Seguro se verá un impacto en sus obras.
¿Qué mensaje le daría a otros artistas y creadores que estaban empezando y les tocó enfrentar esto?
No se compara, todos tenemos retos y montañas que uno tiene que subir. A muchos jóvenes les va a costar trabajo, pero si no fuera esto sería otra cosa.
"El arte no es un camino fácil, y tienen que emprenderlo con todas sus problemáticas y retos."
Antes de despedirnos, ¿dónde podemos ver y adquirir sus piezas?
A través de mi página web www.amadormontes.com.mx en donde también se puede conocer las exposiciones actuales; y en la ciudad de Oaxaca, contactando a La Crujía Arte Contemporáneo al teléfono 9515011065, o enviando un mail a [email protected], en donde pueden hacer una cita para visitarla.
Sigue al maestro Amador Montes en Instagram: @amador.montes