¿No eres capaz de dormir los domingos por la noche?
Si sientes angustia el último día del fin de semana, incapacidad para dormir, náuseas o nervios puede que padezcas “ansiedad del domingo por la noche”. Te contamos en qué consiste y cómo puedes tratarla.
Ansiedad del domingo por la noche: cuáles son sus causas y soluciones
Así como a Garfield, los lunes nos dan pereza, especialmente tras un fin de semana de descanso (o fiesta). Volver a la rutina supone un esfuerzo mental que no todos somos capaces de gestionar por igual. Hay muchas personas que sufren auténtica ansiedad. No hablamos de pereza ni solamente de desmotivación para afrontar el inicio de la semana y volver a retomar nuestras responsabilidades laborales, sino de ese término que los expertos han denominado ya como Sunday Night Anxiety, o lo que es lo mismo ansiedad del domingo por la noche.
Puede que seas una de las personas que la sufren (o quizá conoces a alguien a quien le da auténtico pavor el momento de poner el broche final al fin de semana). A veces se manifiesta solamente en el momento de cenar, meterse en cama y poner el despertador para el día siguiente. Otras, en cambio, ya se manifiesta incluso a partir del domingo al mediodía, cuando comenzamos a ser conscientes de que al día siguiente toca volver al trabajo.
Si no eres ni de las que la padecen ni conoces tampoco a nadie que lo haga, debes saber que eres afortunada, porque son muchas las personas que manifiestan sus síntomas.
Factores que de la Ansiedad de domingo por la noche
Entre las causas que pueden provocar esta ansiedad encontramos varios motivos, de entre los que destacan:
- Miedo a enfrentar una semana complicada y llena de obligaciones o reuniones importantes.
- Agobio por tener que hacer frente a todo lo que se quedó pendiente por hacer de la semana anterior.
- No sentirse capaz de equilibrar la vida familiar y social con la laboral.
¿Cómo reducir la ansiedad del domingo por la noche?
¡ESCRIBE!
Antes de recurrir a profesionales se pueden seguir algunos pasos que ayudan a disminuir, y a veces a desaparecer, sus síntomas. Si te agobian las tareas pendientes: escribe. Anota todo lo que debes hacer. Aunque parezca incongruente, volcar todos tus pensamientos sobre un papel ayuda, ya que este acto actúa de desahogo.
También puedes ordenar esas tareas y organizarlas por horarios o, recurrir a una de las técnicas que más auge están teniendo últimamente: programa las labores más arduas entre las primeras de la mañana.
ADELANTA TAREAS (QUE NO SEAN DEL TRABAJO)
Es probable que hacer deporte o preparar la comida de toda la semana te ayude a sentirse realizada el domingo. Adelantándote a tareas pendientes, como la de cocinar, ya estarás reduciendo la cantidad de líneas que ocupan tu To Do List. Y practicando deporte, liberarás endorfinas (conocidas como la hormona de la felicidad).
CREA TU PROPIA OFICINA
Si trabajas desde casa otra de las soluciones que puedes poner para reducir tu ansiedad es crear un espacio de trabajo que se encuentre independiente a tu vida familiar.
Intenta alejar tu oficina de tu habitación e, incluso si puedes, también del salón. Empieza a tomártelo como si fuera la mesa de tu empresa, donde no hay espacio ni para atender a las tareas del hogar, ni tampoco para echarse la siesta.
PULSA EL OFF EN TUS DISPOSITIVOS MÓVILES DEL TRABAJO
Más allá de la meditación y de técnicas de relajación que es probable que ya hayas probado, el paso más imprescindible pasa por desconectar completamente tus dispositivos móviles de tu trabajo durante el fin de semana. Solo así podrás disfrutar de tu tiempo libre, cargar energía y volver a la rutina con más ganas.
Si nada de esto funciona o si las crees que las causas que te provocan ese malestar vienen dadas por factores más graves (como el acoso laboral o ganas de querer cambiar de trabajo), no dudes en ponerte en manos de un experto. Nunca es demasiado pronto para hacerlo, y siempre será más fácil solucionar cualquier problema tratándolo con tiempo.