“Al darle un protagónico a una mujer, se contaría la misma historia desde un ángulo más fresco y menos explorado, pero no por eso menos real ni digno de representación”: Tato sobre los estereotipos de género
¿Cómo abordaste la construcción de un personaje en una historia tan compleja y con tonos tan contrastantes como el de Victoria en la película “No Negociable”?
Primero que nada, entendiendo el tono que proponía el director, que precisamente es una mezcla de humor y drama. En una parte de la película, el personaje transita por una serie de situaciones muy frustrantes para ella, pero que generan mucho humor. El giro llega cuando es secuestrada; su mundo cambia completamente de color.
Hablando de ese secuestro, y sin dar spoilers, “No Negociable” toca temas pesados, pero lo hace con un humor muy peculiar. ¿Cómo lograste equilibrar esos momentos de comedia con la seriedad del tema central?
Para que algo tenga un tono cómico, se requiere una fórmula que puede mezclar varios elementos. El más importante es cuando, desde el guion, se puede ver que algo está abordado con sentido del humor.
¿Crees que la comedia puede ser utilizada para abordar temas serios y sociales?
Creo que desde que existe la comedia, se ha utilizado para esto. Un bufón es necesario en el esquema social.
A lo largo de tu carrera, has explorado la condición humana desde diferentes ángulos y géneros. ¿Qué te motiva a seguir indagando en estas facetas humanas a través de la actuación?
El hecho de que la condición humana y sus facetas son tan misteriosas que no te cansas de explorarlas. Además, uno mismo va cambiando, y comenzamos a ver todo desde diferentes perspectivas, lo que mantiene viva esa curiosidad y deseo de experimentar.
¿Qué papel juega el humor en tu proceso creativo y en la manera en que abordas a tus personajes?
Es intrínseco a mi trabajo porque es intrínseco a mi persona, ¡así afronto mis problemas, ja!
¿Qué aspectos de tu formación o experiencia actoral crees que han sido clave para interpretar personajes con una profundidad emocional tan marcada?
¡Gracias por eso! No podría identificar un aspecto específico de mi formación o experiencia, pero sí he aprendido que siempre busco ir más profundo con los personajes. Tal vez no siempre sea lo más acertado, pero no puedo evitar explorar la posibilidad de que todo lo que le sucede al personaje sea verdaderamente crucial y vital para ella.
En una industria en constante evolución, ¿cómo ha influido tu perspectiva de género en las decisiones que has tomado como actriz?
Es raro que rechace proyectos. Honestamente, no soy tan selectiva en ese sentido, porque en todo lo que me han ofrecido he encontrado posibilidades de juego y exploración. Mi perspectiva de género se refleja más en el intento de proponer nuevos paradigmas de personajes femeninos, los cuales no hemos visto tanto hasta hoy; pero tengo esperanza en el futuro, en que las mujeres podamos protagonizar un rango más amplio de historias.
El feminismo es un tema presente en muchas discusiones actuales. ¿Cómo ves el rol de las mujeres en el cine mexicano hoy en día, y qué desafíos crees que aún enfrentan las actrices en cuanto a representación y equidad?
Todavía hacen falta muchos, muchísimos personajes femeninos. La mayoría de los protagonistas son hombres, y para muchas personas sigue siendo difícil visualizar a una mujer protagonizando una historia que no tenga que ver con paradigmas históricamente femeninos como el romance, la maternidad, etcétera.
¿Te has encontrado con estereotipos de género en tu carrera? De ser así, ¿cómo los has enfrentado?
Con mucho diálogo, en la medida de lo posible, con colegas y otros creadores, para que entre todos podamos avanzar y encontrar oportunidades de romper con los estereotipos.
Mirando hacia el futuro, ¿qué tipo de proyectos te gustaría explorar para seguir desafiándote como actriz?
Me encantaría que esas historias que tienen en mente hoy en día los directivos, directores y productores, que se van a convertir en las películas que veremos dentro de uno, dos, cinco o diez años, las visualicen con una mujer como protagonista. No solo una mujer en el elenco, sino una mujer como protagonista.
Al darle un protagónico a una mujer, se contaría la misma historia desde un ángulo más fresco y menos explorado, pero no por eso menos real ni digno de representación… Y creo que el público agradecería ese cambio de paradigma.
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Créditos
Fotografía: Alberto Hidalgo.
RP: Yconik.
Texto: David Patiño y Ambiance Magazine.