¿Cómo fue que llegaste a México?

Me trajo el amor: conocí a mi actual esposo en Barcelona, mientras estudiábamos.

¿Qué extrañas de Perú?

¡El mar, el olor a mar de Lima y la comida!

 

¿Cuándo descubriste que querías dedicarte a la moda?

Después de hacer mi primer vestido y ver el increíble poder transformador que tiene una prenda. Esa experiencia me fascinó.

En el Mercedes-Benz Fashion Week vimos cortes holgados y materiales con colores muy vivos, ¿puedes contarnos más sobre esto?

La colección se llama Liquen, un organismo vivo que se encuentra en los lugares más inhóspitos que hay. Su colorido intenso y contrastante me obsesionó; de ahí nació la historia del próximo invierno.

¿Cómo se dio este paso hacia Incidente Teatro?

Fue en colaboración con Enrique Singer, mi cómplice teatral por muchos años. Estábamos tomando una cerveza en un restaurante y le dije a Enrique: “siempre he querido hacer Traición, de Harold Pinter, es una obra que me mueve; pero no sé si algún director quiera montarla y la quiera hacer conmigo”. ¿Y por qué no la levantas tú? ¿Por qué no la levantamos nosotros?, fue su respuesta, y en se momento dije “¡pues claro!”. Así ya no era la actriz que espera que la llamen. Al estar del lado de la producción puedo montar los textos que a mí me mueven.

 

¿De qué material son los suéteres que presentaste?

Son de alpaca peruana, una de las fibras más finas y nobles del mundo. ¡Super calentita!

Me encanta mezclar y experimentar con las telas y todos los materiales cuando estoy trabajando en mi estudio o los talleres. La verdad es que no tengo un preferido. Todas las prendas de Liquen y otras colecciones las desarrollamos en México, salvo la línea de knitwear, que se produce en Perú.

¿Cómo definirías la esencia de Sandra Weil?

Femenina, curiosa, sofisticada y ecléctica.

 

¿Cómo es la mujer que viste Sandra Weil?

Para mí, la feminidad es un poder creador muy profundo, es fuerza, movimiento y sutileza, todo al mismo tiempo. Así que nuestros diseños son para mujeres auténticas, que entienden y abrazan su propia femineidad. También nos enfocamos en personas independientes, cosmopolitas, conscientes de su entorno y cultura.

¿Qué opinas de la industria de la moda en México?

Tiene sus lados brillantes y oscuros, como en todo. Por ejemplo, el Mercedes-Benz Fashion Week es una gran plataforma para presentar diseñadores y conocer nuevos talentos en la región. Sin embargo, nos urge entender que es un negocio, no sólo un show.

 

¿Dicho esto ¿cómo has llevado esta relación entre la parte creativa y la de negocios?

Rodeada de gente capacitada y entregada al proyecto. Donde cada quien desarrolla sus fortalezas y aprende de las de los otros. El trabajo en equipo ha sido clave. En lo personal, soy evidentemente la creativa; aunque también soy muy organizada y perseverante.