Paola, acabas de estrenar “Ojitos de Huevo” en Netflix, una serie que aborda la diversidad funcional de una manera muy humana y cercana. ¿Qué te atrajo de este proyecto y de tu personaje “Azul”?

Una amiga se enteró del casting y me dijo que este proyecto era para mí, pues llevo mucho tiempo trabajando en apoyo y reconocimiento a personas con capacidades diferentes. Lo he contado ya mil veces: mi hermana tenía una discapacidad y murió hace cuatro años, y la vida es muy diferente cuando se está en una situación así. Por ejemplo, me daba mucha tristeza cuando no incluían a mi hermana para nada, o salimos y el tema de los espacios, que simplemente no eran accesibles para personas en su condición. Era una exclusión en casi todos los sentidos.

Cuando era pequeña, no veía gente parecida a mí en la televisión o contenidos en Internet, y mucho menos veía a personas como mi hermana. La inclusión era nula para ella. Al no vernos representadas nos sentíamos frustradas en ciertos sueños que teníamos como niñas. Entonces, formar parte del elenco de la serie “Ojitos de Huevo” es un sueño cumplido para mí misma, para la niña que fui y para mi hermana: ¡Lo logramos, estamos siendo representadas en un papel muy importante!

¿Cómo fue la experiencia de trabajar en una serie que tiene un enfoque autobiográfico y que trata temas como la discapacidad visual y la comedia?

Fue padrísimo ser parte de esta producción y contar un poco de la historia de Alexis Arroyo. Fue bonito enterarme que cuando Alexis escucho todos los castings de las actrices él mismo dijo “tiene que ser Paola Fernández, ella tiene voz de ser buena persona”. Eso me encantó.

Ya a nivel actoral, poder contar esta parte de su vida es muy bonito. En la serie, soy la esposa de Alexis, quien en la vida real es una gran persona, muy dulce y empática. Así que poder representar a alguien que sí existe es maravilloso.

¿Qué aspectos de “Azul” te resultaron más desafiantes y cuáles sientes que resuenan contigo personalmente?

Azul es de los personajes que he interpretado que más se parecen a mí. Azul es una justiciera, no se queda callada ante nada ni nadie; es una mujer con un corazón enorme, y eso le permite ver más allá de los superficial, de lo físico, y creo que yo soy así. Me considero una gran persona.

Lo que más me costó de Azul como personaje es que creció bastante sola, es huérfana y la crio su abuela, una mujer muy dura que, por sus circunstancias o formas de ver la vida, no pudo o no quiso trabajar en ella. Yo, por el contrario, siempre estoy en terapias y ceremonias porque busco estar sana y ser mejor. En este sentido, no creo que Azul, como personaje, no le interesen estos temas. Simplemente no tuvo el tiempo o la oportunidad para hacerlo.

Además, mi mamá creció con 12 hermanos, así que lo que a mí me sobra es familia. Tengo muchísimos primos y cuatro hermanos, así que nunca he estado sola. Eso es lo que más me costó actoralmente de Azul: interpretar a una persona que ha estado sola casi toda su vida, saber cómo se maneja, a quien acude.

Otro aspecto que se me hace muy interesante de “Ojitos de Huevo” es esta posibilidad de aprender algo, de hacer conscientes de algo que desconocíamos, de ver cómo lo normal unas personas puede hasta poner en riesgo a otras personas. Me explico: hay gente que me dice que la serie no les gustó mucho, y se vale porque de eso se trata el medio creativo; pero yo siempre les pregunto si aprendieron algo de “Ojitos de Huevo”, y las respuestas van en camino de lo difícil que es salir a la calle para una persona con alguna discapacidad, o de los retos que implica en lo laboral o hasta la vivienda. Para mí, ya con eso es ganancia, independientemente de si les gustó o no, porque, al menos en lo personal, ya tenía mucho tiempo sin ver una serie mexicana en la que aprendiera algo.

Además de “Ojitos de Huevo”, has estado muy ocupada con otros proyectos como “Máscara contra Caballero” para Star+ y “P#t@s Redes Sociales” en Prime Video. ¿Qué nos puedes contar sobre tu experiencia en estos proyectos?

Máscara contra Caballero” es de mis proyectos favoritos porque estoy enamorada de Brenda Paravia, una reportera super intensa, apasionada de la lucha libre y a quien no le importa el qué dirá porque cada que va a ver las luchas grita lo que le salga del alma.

También fue un papel desafiante porque me ponían una peluca y en ese tiempo me llené de acné, así que todo hizo match porque a Brenda lo que menos le importa es su aspecto físico; pero yo sí soy una persona sumamente vanidosa, así que ver cómo me arreglaban todos los días en el camper de maquillaje resultó un poco pesado. El personaje pedía ciertas características que a mí no me gustaban, pero así era el script y como actriz debes sumergirte al cien por ciento en lo que debes hacer, por lo que me divertí muchísimo, y fui soltando esa preocupación de la apariencia.

Paola Fernández

En P#t@s Redes Socialesfue un sueño cumplido trabajar con el director Jorge. Veía EnchufeTV desde hace muchos años y me gusta cómo hace comedia, tiene un estilo muy particular y ahora que pude trabajar con él descubrí que es muy minucioso para cada escena, además del acompañamiento que le da a cada actor. Además, pude trabajar con Jesús Zavala y Paulina Gaytán, que son de mis actores favoritos, también fue increíble.

Has trabajado en una variedad de plataformas de streaming, desde Netflix hasta Star+, Prime Video y Paramount+. ¿Cómo ves la evolución del contenido en streaming y cómo ha influido esto en tu carrera como actriz?

Estamos en un gran momento porque han surgido bastantes plataformas y cada vez hay más diversidad, tanto para proyectos, historias y personajes. Se sabe que antes actuar estaba muy cerrado, y qué decir de la televisión: sólo estaba Televisa o TV Azteca en México, con los mismos contenidos y perfiles.

En cambio, ahora se están contando historias de todo tipo, con personas más reales y, lo que les mencionaba al principio de la entrevista, esto impacta en la representación, en que muchas más personas vean en las pantallas a gente que se parece a ellos; eso me encanta.

¿Qué tipo de historias y personajes te gustaría explorar en el futuro? ¿Hay algún género o temática que te interese particularmente?

Me gustó mucho “Ojitos de Huevo” por el tema de visibilidad y representación, ser parte de un proyecto así te deja con muchas enseñanzas y, al mismo tiempo, como público también aprendes cosas nuevas. Así que me gustaría tener más producciones de este tipo.

Tengo muchísimas ganas de hacer historias que me lleven a mis límites, como algún personaje con problemas mentales o con alguna adicción. También me encantaría hacer terror o alguien malvado ya casi rozando la locura, porque siempre me tocan papeles de muy buena.

Así que si alguien en el medio está leyendo esto: denme papeles en los que se lleve al límite a una persona, con una crisis o en una historia de mucho miedo; no se van a arrepentir. Me la pasó frente a mi baño actuando ese tipo de papeles e improvisando cosas.

La industria del entretenimiento está en constante cambio. ¿Cómo te mantienes inspirada y motivada para seguir creciendo como actriz?

Me gusta ver el éxito de compañeras Melissa Barrera o Cristina Rodlo en Estados Unidos, abriendo caminos. Me gustaría hacer acción y terror, y he visto como Cristina Rodlo ya incursionó en ambos géneros, así que me dan ánimos, pienso que sí se puede.

También en México veo que ya se están contando más y mejores historias, porque como público también te aburres de la típica historia del rico y el pobre, el güero y el moreno… Ver este cambio me mantiene motivada, ver que hay lugares para gente de mi perfil en papeles desafiantes, y ya no sólo como de relleno o casi caricaturescos. Y aquí vale un apunte: no tengo ningún problema en participar en esas historias, siempre y cuando no sea por una cuestión racista.

Además de tu carrera como actriz, ¿tienes algún proyecto personal o causa social que te apasione y en la que estés trabajando actualmente?

Junto con Ferny Ruiz (@itsfernyruiz), una activista, tengo Fundación Carità A. C., una organización sin findes de lucro que lucha por los derechos de las personas con discapacidad. Uno de nuestros últimos proyectos me tiene muy entusiasmada: se llama “Música accesible”, y estamos en pláticas con grandes empresas y festivales para visibilizar que no hay suficiente accesibilidad en los eventos que se realizan en Latinoamérica.

Además, cada mes ayudo a la casa hogar 100 personas con discapacidad, y si quieren unirse a cualquiera de estas causas escríbanme a mi Instagram.

Para finalizar, ¿qué mensaje le darías a los jóvenes actores y actrices que están empezando en la industria y sueñan con tener una carrera tan diversa y exitosa como la tuya?

Lo más complicado en la actualidad es evitar compararse. Mi consejo sería que no se comparen con las demás carreras de sus amigos, familiares o conocidos. En este mismo sentido, tampoco se comparen con otros perfiles. Son inevitables ambas comparaciones; pero también nos consumen mucho tiempo, y no nos dejan ver lo que nosotros estamos haciendo.

Otro consejo es que se inscriban a clases de escritura de guion y de producción desde ya. Si aprendes a escribir tus propios proyectos te vas a librar de muchas presiones y, además, no podemos vivir en la espera de que nos den el papel que hemos soñado toda la vida.

Así que es mejor tener la habilidad de saber escribir, saber producir. Es algo que apenas estoy empezando a hacer; salí hace 13 años de la carrera de actuación y son consejos que me hubiera gustado recibir porque ya no estoy romantizando la idea de que alguien más me dé esos personajes, así que es mejor ponernos a escribir.

Sigue a Paola en Instagram: @soypaofernan

@fundacioncaritaac

@musica_accesible

 

Créditos

Texto: David Patiño Torres

Makeup: @salvadorgonzalezmakeup

Foto: @bryanfls

PR: @puntoentmx