Su primer protagónico en la plataforma será en la serie Las Juanas
¿Cómo fue darle vida a Elena en “Madre sólo hay dos”?
Muy divertido porque la historia me pareció muy entretenida. Me encantó tocar un personaje que pertenece a la comunidad LBGT. En lo personal, Elena me llevó a conocer más a Paulina Goto y a Ludwika Paleta; pude trabajar también con tantos amigos, ese volver a coincidir fue una gozada absoluta.
¿Cuál fue la enseñanza más grande que te dejó la serie?
A nivel personal, Mamá sólo hay dos me demostró que puedo más de lo que yo creo. Cuando empecé a trabajar en el proyecto no había pasado ni un mes de la muerte de mi papá, pensé que esa me iba a derrumbar. Pero así con todo lo que venía cargando, me levantaba para hacer mi mejor trabajo, poner mi mejor cara y me di cuenta de que era más fuerte de lo que pensaba, que podía ser y hacer más de lo que yo creía poder. Esa es la mayor enseñanza que me dejó.
Y en lo profesional son muchos aprendizajes: tenía unas ganas enormes de trabajar en Netflix, estuve buscando mi oportunidad en la plataforma por muchísimo tiempo y pensé que jamás lo lograría, lo creía casi imposible. Pensé que nadie en Netflix voltearía a verme, así que en lo profesional fue mi gran oportunidad, una de las enormes que he tenido.
"En mi carrera hay un antes y después de Mamá sólo hay dos, y eso siempre lo voy a agradecer."
¿Qué sentiste cuando a unos pocos días de estrenarse la serie ya se estaba anunciando la segunda temporada?
Fue muy satisfactorio saber que éramos número 1 en más de 70 países, y que estaban viendo nuestro trabajo en lugares donde no tenían idea de nuestra existencia, no conocían nuestro idioma ni cultura.
Todo esto llegó a ser abrumador; pero a final de cuentas, como actor sueñas con estar en un proyecto que rompa fronteras, y encima te confirman otra temporada fue un gusto total. Porque, además, una como actriz siempre está pensando en cuál y cuándo será mi siguiente proyecto, y el hecho de que te confirmen que tienes trabajo otra vez es una tremenda bendición.
Cuando sabes que volverás a trabajar con un equipo como el de “Madre sólo hay dos”, con una dirección y un ambiente tan cálido, es como un apapacho al corazón.
Ahora nos gustaría que nos hablarás de “La venganza de las Juanas”.
Soy una de las Juanas. Es una versión moderna de una historia muy popular en Colombia que ahora Ximena Romero la cuenta de acuerdo con las historias de mujeres actuales: tocaremos problemas como la trata de blancas o la violencia en las relaciones de pareja.
Las cinco hermanas de la historia son de madres distintas, pero con el mismo padre. Ellas no se conocen entre sí, y por azares del destino se encuentran y juntas buscan hacer justicia por sus madres, de ahí viene la venganza, la revancha hacía su papá.
Lo hermoso de esta serie es que esta “venganza” será en realidad el motivo de la unión de estas hermanas, de estas mujeres diferentes que con se empoderan con su alianza.
¿Cómo fue que llegaste a este proyecto?
Hice mi primer casting antes de que nos ordenaran quedarnos en casa por la pandemia. Después se detuvo todo y no supe qué pasó. Recuerdo que un día ya no podía más con el encierro, era leer y leer malas noticias, y estaba pasándola muy mal.
Le dije a Nacho, mi novio, que necesitaba un respiro y nos fuimos a Acapulco de fin de semana. Cuando íbamos en la carretera, ya casi para llegar a donde nos alojaríamos, recibí una llamada porque querían verme para callback de Las Juanas al día siguiente.
Me puse muy malcriada en ese momento. Nacho insistía en que nos regresáramos y yo necia en que no, estaba muy negativa y sentía que no tenía el nombre para ser una Juana, decía que no me iban a dar el papel y solita me jugué en contra.
Nacho ya no comentó nada, pero mientras estaba callado y escuchando mi tormenta de negatividad también compró un vuelo para que regresara a mi callback al día siguiente. Nacho me dijo “esta es tu chamba, es lo que tienes que hacer. Ve, regresa y haz lo tuyo, que yo aquí te estaré esperando en la playa con un Clamato”.
Tomé mi vuelo a Ciudad de México al día siguiente, me presenté a la prueba y di todo de mí, así que me sentí muy aliviada por hacerlo; aunque en el fondo seguía pensando que no volverían a llamarme, que en ese momento todavía no me confiarían una protagónica.
"Cuando regresé y lo entregué todo sentí que ya no estaba en mí si no me daban el papel; ya te imaginarás mi sorpresa cuando me llamaron un par de días después y me quedé para el proyecto."
Otra cosa curiosa de mi llegada a Las Juanas es que no conseguí dos de los personajes que había audicionado: las dos Juanas para las que me probé no fueron para mí. Fue brutal cuando me enteré que estaba dentro, me temblaban las piernas y me preguntaba que iba a hacer con un personaje totalmente ajeno a mí. Me dio mucho miedo; pero este mismo temor me ayudó a salir de mi zona de confort y echarle todos los kilos para sacar ese papel. Quedé muy contento con lo que hice, y creo que se ve en pantalla.
¿Qué otros talentos participan en la serie?
La otras Juanas son Zuria Vega, Renata Notni, Juana Arias, Sofía Engberg y, obviamente, yo. También tenemos a Carlos Ponce, Pablo Astiazarán, Jorge Guerrero, Carlos Athié y Federico Espejo.
Conociendo más a Oka
¿Qué significa tu nombre?
No sé que tan fidedigna sea esta fuente; pero ahí les va: mi hermana mayor se llama Okiwa, y significa “canto de pescadores”; ella me lleva 14 años así que cuando mi mamá está embarazada de mí y se enteró que seré mujer quería ponerme un nombre parecido, pero no encontró ninguno.
Como no le convencía ni hallaba un nombre como el de mi hermana, así que se había decidido por Xiomara hasta que unos días antes de que naciera, viendo en Ventaneando una entrevista a la cantante Crystal, y ella comenta que tiene una hija que se llama Okairi, un nombre náhuatl que curiosamente significa “canto de pescadores”, y mi mamá con pluma en mano se lo fusiló a Crystal.
Así que, según Ventaneando, Crystal y mi mamá, mi nombre significa “canto de pescadores”.
¿Y tú has buscado si hay otros significados?
La verdad sí; pero no encuentro nada. lo que sí he descubierto es que cada vez hay más Okairis en el mundo.
Tres lugares favoritos para ir de vacaciones:
Edimburgo, Tailandia y España, en especial Madrid.
Edimburgo me encantó porque puedes comprar vino caliente e ir caminando con esta bebida en sus calles. J. K. Rowling se inspiró en ella para escribir Harry Potter, así que te sientes dentro de ese mundo mágico cuando estás allá…
"¡Amo Edimburgo. Estuve en el 2018 y pretendo pasar la navidad de este año allá!"
¿Fuiste por Harry Potter?
No, para mí es casi un deber darme un viaje cada año, y en eso se me va mi dinero: prácticamente trabajo para viajar. Cada que cierro mis proyectos, que casi siempre ocurre a fin de año, me organizó, pongo mi maleta y me voy. En 2018 pude recorrer todo Reino Unido: Inglaterra, Escocia e Irlanda.
Cuando llegué a Edimburgo me sentí muy bien porque, además, en esos días era muy fan de la serie Reign, que justo habla de la reina María Estuardo, así que pude ir a su castillo, ver su recamara y no te puedo explicar todo lo que sentí en ese viaje. ¡Me enamoré de la ciudad y sentí que en otra vida viví ahí, o que en una vida futura allá voy a nacer!
¿Fuiste sola?
Todavía no me aventuro a viajar sola porque a veces me dan miedo ciertas cosas como no dominar el idioma del lugar que estoy visitando.
¿Qué parte de tu cuerpo es la que más te gusta ejercitar?
Las piernas. Creo que estoy un poco obsesionada con tener piernotas porque siento que las tengo muy delgadas. Es mi trauma y encima soy muy fan de las botas; cuando me pongo unas siento que a veces no las relleno.
También las rutinas para piernas las disfruto mucho. Cuando voy al gimnasio y toca brazo, por ejemplo, me aburro un poco. Me gusta cargar peso con mis piernas, hacer sentadillas… Y en esa obsesión les digo a mis piernas: Ustedes van a crecer, algún día, en algún momento; pero lo vamos a lograr.
¿Qué haces para motivarte cuando te da el bajón anímico?
Honestamente, cuando me llega a pasar simplemente lo dejo ser, poco me pelo con el sentimiento; aunque sí me pongo un límite: reconozco que no estoy bien, que no me sentiré bien así que debo apacharme con una serie que me gusta, o me como unos Doritos con salsa, porque eso siempre me va a dar un apapacho al corazón.
Después de un rato, a pesar de estar con muchas emociones encima, me pongo a hacer más cosas como el gimnasio, abrir un libro que tengo en el buró y hace un rato no lo leía.
"Trato de darle su espacio al bajón; pero también no todo el día. Busco hacer algo productivo, algo para mí y siempre me siento mejor al final."
¿Cuáles eran tus artistas y bandas favoritas cuando eras adolescente?
Ricardo Arjona. Sigo siendo su fan, lo tengo en un lugar muy especial en mi corazón; pero ahora me encuentro con más gusto por Queen.
Mi primer trabajo fue cuando tenía 16 años, era una zapatería durante unas vacaciones, y recuerdo que la compañera encargada del negocio escuchaba a Arjona todo el tiempo, así que un día comencé a ponerle atención a la letra y me di cuenta de que eran muy profundas y lindas, así que terminé siendo fan de Ricardo Arjona al final de esas vacaciones. Fui a todos los concierto que pude. Lo amo.
¿Cómo te describirías en tres palabras?
Chistosa, espontánea y directa.
Tu frase de vida: ¡Ánimo!