¡No dejes que tus propósitos de año nuevo se queden en el olvido! Aquí te decimos cómo mantenerlos vivos

Cada enero, millones de personas en todo el mundo se lanzan con entusiasmo a cumplir sus propósitos de año nuevo. Ya sea hacer más ejercicio, leer más, ahorrar dinero o pasar menos tiempo en redes sociales, la motivación inicial suele ser imparable.

Pero ¿qué pasa cuando esa chispa inicial se apaga y nos encontramos con que, para febrero, ya volvimos a los viejos hábitos? No te preocupes, no estás sola. En Ambiance te compartimos algunas estrategias y trucos para que tus propósitos no mueran en el intento.

1. La regla de la mitad: menos es más

Uno de los errores más comunes al plantearnos metas es querer hacer cambios radicales de la noche a la mañana. ¿Quieres empezar a correr 5 kilómetros diarios? ¡Genial! Pero si nunca has corrido, es probable que te sientas abrumada y lo dejes a los pocos días. Aquí es donde entra la regla de la mitad: divide tu meta en partes más pequeñas y manejables.

Por ejemplo, si tu propósito es leer una hora antes de dormir, pero terminas viendo series o escroleando en TikTok, empieza con solo 15 minutos de lectura. ¿Demasiado? Redúcelo a 10 minutos. La idea es que la tarea sea tan fácil que no puedas decir que no. Una vez que te acostumbres, ve aumentando gradualmente el tiempo hasta llegar a tu meta.

Si, por el contrario, tu objetivo es reducir algo (como el tiempo que pasas en redes sociales), aplica la misma lógica: reduce a la mitad el tiempo que le dedicas actualmente. ¿Pasas 4 horas al día en Instagram? Limítate a 2 horas. Luego, a 1 hora. Así, sin darte cuenta, habrás creado un hábito sostenible.

2. Establece metas realistas y específicas

Decir “quiero hacer más ejercicio” es demasiado vago. En cambio, plantéate algo como: “Voy a caminar 30 minutos, tres veces por semana”. Las metas claras y alcanzables son más fáciles de seguir porque sabes exactamente qué hacer y cuándo. Además, te permiten medir tu progreso, lo que es clave para mantener la motivación.

3. Celebra los pequeños logros

No subestimes el poder de celebrar tus avances, por pequeños que sean. ¿Lograste leer 15 minutos hoy? ¡Felicítate! ¿Redujiste tu tiempo en redes sociales a la mitad esta semana? ¡Eso merece un reconocimiento! Celebrar tus pequeños éxitos te ayudará a mantener el ánimo, y a construir un sentido de logro que te impulse a seguir adelante.

4. Hazlo divertido

¿Por qué los propósitos tienen que ser aburridos? Si tu meta es hacer ejercicio, elige una actividad que realmente disfrutes, ya sea bailar, nadar o practicar yoga. Si quieres leer más, elige libros que te apasionen. Cuando asocias tus metas con algo placentero, es más probable que las mantengas.

5. Busca apoyo

No tienes que hacerlo sola. Comparte tus metas con amigas o familiares que te apoyen. Incluso puedes buscar una “compañera de propósitos” para motivarse mutuamente. ¿Quieres hacer más ejercicio? Invita a una amiga a acompañarte al gimnasio. ¿Quieres leer más? Únete a un club de lectura. El apoyo social puede ser un gran motivador.

6. Sé flexible y compasiva contigo misma

La vida no es perfecta, y habrá días en los que no cumplas con tus metas. ¡Y está bien! Lo importante es no rendirse. Si un día no lograste hacer lo que te propusiste, no te castigues. Simplemente retoma al día siguiente. Recuerda que los propósitos no son una carrera, sino un viaje.

7. Visualiza el resultado final

Mantén presente por qué empezaste. ¿Quieres hacer ejercicio para sentirte más saludable? ¿Leer más para aprender cosas nuevas? Visualizar los beneficios de tus metas te ayudará a mantener el enfoque y la motivación, especialmente en esos días en los que te cueste trabajo seguir adelante.