Un personaje al que no le pasa nada, acartonado, que no tiene conflictos, no es interesante, porque los seres humanos no somos así

 

¿Quién es Fernanda y por qué no podemos perdernos Imperio de Mentiras?

Es una mujer muy sola, con muchos secretos. Fernanda muy calculadora y ambiciosa, se avergüenza de su origen e incluso hasta de su familia. Tiene un pasado muy oscuro, y muchos traumas sin sanar que la han llevado a tomar las decisiones incorrectas.

Imperio de Mentiras es un proyecto innovador, con un melodrama bien marcado, pero combinado con una línea policial/thriller súper interesante. Además, cada una de las historias que se van desenvolviendo son maravillosas, historias reales y, sobre todo, tienen un principio, desarrollo y desenlace, no están ahí sólo de relleno. También cuenta con un elenco de actores súper talentosos de televisión, cine y teatro; así como una fotografía que va de la mano con la historia. En fin, reúne todos los elementos necesarios para atrapar al público.

¿Cuál es el mayor secreto de Fernanda?

Me tocó el personaje con más se retos y mentiras en esta historia. Su vida es una farsa, una bola de nieve que va creciendo y creciendo cada día más.

¿Cómo es la relación con Eugenio (Alejandro Camacho)?

Eugenio es una figura muy importante en la vida de Fernanda. Él la tiene completamente comprometida, sirviendo de la palma de su mano. Ella es su títere, tiene un control psicológico sobre ella muy fuerte del cual no puede salir. Una relación completamente tóxica.

¿Habrá una traición a Elisa (Angelique Boyer)?

Elisa ve a Fernanda cómo su hermana; aunque en realidad Fernanda sienta una fuerte envidia hacia su amiga, un profundo deseo de lastimarla. Fernanda traiciona a Elisa en todos los sentidos.

¿Qué es lo que más te gusta de tu personaje?

Descubrir sus motivos, lo que la ha llevado a tener ese tren de pensamiento, esa visión, esa ideología. De dónde vienen sus miedos y por qué actúa de la manera en la cual lo hace. Eso es lo que más me apasiona, encontrar todas esas raíces de su profundo dolor, de una herida muy honda y con mucho trauma.

Hablando d tus otros proyectos, a la película I Carry You with Me le ha ido muy bien con la crítica. ¿Cómo te sientes al ser parte de ella?

Sumamente feliz, emocionada y honrada, de ser parte de esta gran historia. Además, a raíz de nuestro estreno en el Festival de Sundance, nos conectamos más y nos volvimos muy cercanos todos. Es un honor para mí haber trabajado con gente tan talentosa. Ahora tendremos nuestro screening en el NYFF (New York Film Festival) donde también fuimos seleccionados.

Muy pronto también tendremos nuestro recorrido en México, en el Festival Internacional de Cine de Morelia, y a principios del 2021, el lanzamiento de la peli en cines en Estados Unidos y México.

Son temas un poco fuertes. ¿Estas historias son las que te gusta contar?

100 %. La verdad radica en la resonancia emocional. Cuando tienes el privilegio de interpretar personajes humanos, conectas con el público y, para mí, eso es lo más importante.

Un personaje al que no le pasa nada, acartonado, que no tiene conflictos, no es interesante, porque los seres humanos no somos así.

¿Cómo llegaste a I Carry You with Me?

De hecho, es una gran anécdota. Llevaba muchos años buscando a Isabel Cortázar, tratando de audicionar con ella. En una serie trabajé con un cinematógrafo que es muy amigo de ella, y me recomendó con Isa porque le gustó mucho mi trabajo y me pasó su contacto.

Yo sin más, le escribí directo y le pedí una oportunidad. Ella cuenta que se le hizo súper atrevido de mi parte, pero que dijo “Ok, vamos a ver que trae esta chava”, y justo estaba casteando ICYWM para mi personaje.

Hice el casting, y justo cuando me dieron call back empezaba una gira de teatro en Estados Unidos… ¡Me quería morir! No podía faltar a mi compromiso con la obra; pero sabía que no ir al call back que era con Heidi Ewing, la directora de la peli, que venía de NYC solo para vernos a otras dos chicas y a mí. ¡Iba a quedar fatal con Isa! Y ella es muy dura, yo la amo, pero es dura.

El caso es que justo mi visa de trabajo era la única que faltaba, y un día antes me habló el director y me dijo que mi visa no estaba. Me planteó mis opciones: jugármela a trabajar sin la visa, arriesgando a que si me cachan me deportaban; o que la función la diera mi asistente, que se sabía todas mis líneas.

“No, sin mi permiso de trabajo no doy función, no me la quiero jugar”, fue mi respuesta. No di la primera función, y el día del callback me avisaron que la visa estaría lista ese mismo día por la tarde. Así que fui a hacer mi call back, después recogí mi visa, en la noche volé a Los Ángeles y al día siguiente retomé la gira. Solo perdí una función y me quedé con el personaje. Cuando las cosas son para ti, el Universo conspira a tu favor.

La historia tiene mucho de Puebla ¿qué te pareció la ciudad?

¡Me encanta! Desde niña voy mucho con mi familia. Nos encanta ir una vez al mes, visitar la iglesia de San Juditas para agradecer. Después paseamos, compramos dulces y comemos por ahí. Puebla es un lugar muy lindo.

¿Tienes algún problema con ser la villana?

No, porque para mí, no soy la villana, no catalogo a mis personajes, no les pongo etiquetas. La única diferencia es su toma de decisiones y lo que los lleva a ello.

¿Cierras este 2020 con Imperio de Mentiras? ¿Qué viene después: película o serie?

Si todo sale bien, ambas.

La verdad es que nos gusta ver el trabajo de actrices y actores en todas sus facetas, como en Run Coyote Run. ¿Qué nos puedes adelantar de la tercera temporada?

Esta fue la última. Me siento muy feliz de haber sido parte de este proyecto. Todas las temporadas fueron increíbles; pero ésta en particular tuvo algo muy especial. Cada capítulo hablaba de temas reales y actuales que estamos viviendo: migrantes, políticos corruptos, incluso capítulos como el de los estudiantes de cine que desaparecieron. Gustavo Loza es un genio en hacer comedia de humor negro, domina el sarcasmo, y esa combinación de humor con temas fuertes y reales se me hace genial.

Antes de despedirnos, nos gustaría que nos hablarás sobre Casa Kencho.

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