Mauricio Ochmann regresa a la pantalla con una nueva versión de Papá Soltero, un proyecto que le permitió reinventar un clásico desde una óptica actual y divertida. En paralelo, el actor y productor lanza Vivir con Arte, una fundación con la que busca acercar la música, el teatro y otras disciplinas artísticas a jóvenes en contextos vulnerables. En esta conversación, nos comparte detalles del rodaje, la improvisación en el set y cómo su experiencia como papá ha marcado su carrera y su vida.

Han pasado 37 años desde la serie original de 1987. ¿Qué significó para ti asumir el papel que César Costa hizo tan suyo en la primera versión?

Ha sido una mezcla de emociones. La serie original marcó época y el personaje de César Costa se volvió icónico. Al principio me pregunté: “¿Qué quieren hacer? ¿Cómo va a funcionar esto?” Porque tendría que ser algo muy distinto.
Cuando leí los guiones, me encantaron. Tienen humor, irreverencia y un tono totalmente diferente. Aunque no vi mucho del Papá Soltero original, esta nueva versión me pareció fascinante. Además, soy fan del trabajo de Charlie Barrientos y de Mauricio BarrientosEl Diablito”. Ya hemos trabajado juntos y su comedia me encanta.

Fue un reto, pero también una oportunidad para hablarle a una nueva generación. Si alguien que vio la versión original ve esta, notará que todo ha cambiado: la estructura, el tono, la comedia, la forma de contar la historia… pero sigue siendo una serie familiar, solo vista desde otro ángulo.

Antes de comenzar, le pregunté a nuestro director, Francisco Franco —con quien tenía muchas ganas de trabajar— si debía ver la versión original. Me dijo que no, que no tenía nada que ver, y que prefería que llegara sin ideas preconcebidas. Y así lo hice.

“Me ha tocado hacer remakes antes y siempre hago esa pregunta: ¿sumará verla o no? Cuando me dicen que no la vea, lo agradezco, porque me da la oportunidad de crear algo completamente nuevo.”

MAURICIO OCHMANN

Sin dar spoilers, sabemos que el inicio de la historia parte de la pérdida de su esposa y la responsabilidad de criar a cuatro hijos. ¿Cómo preparaste tu acercamiento emocional para transmitir esa vulnerabilidad y fortaleza del personaje?

Me encantó el personaje desde el principio. La historia logra un equilibrio muy bonito entre lo divertido y lo entrañable. Y claro, ser papá en la vida real me conectó mucho más con esa parte sensible del personaje, sin perder el sentido del humor.
César atraviesa un duelo fuerte, pero al mismo tiempo tiene que seguir adelante: llevar a los hijos a la escuela, cocinar, resolver… ¡todo al mismo tiempo! Hay momentos en los que se nota que le queda grande, y eso lo hace muy humano.
Desde el guion ya estaba esa idea, pero con Fran, nuestro director, fuimos afinando detalles para que se sintiera real. Es una serie divertida, pero con una base muy emocional y verdadera.

¿El hecho de ser papá te dio herramientas para construir al personaje?

¡Sí, completamente! No solo en lo físico, sino en lo emocional. Saber lo que se siente cuando algo tan simple como que se te queme el desayuno se cruza con mil emociones internas… esas cosas, aunque parezcan pequeñas, cuentan muchísimo. Mi experiencia personal me ayudó a conectar desde un lugar muy auténtico.

Trabajaste junto a Ana de la Reguera, quien interpreta a Sandra en la serie. ¿Cómo fue construir esa dinámica familiar y lograr equilibrar la comedia con la emoción?

Trabajar con Ana fue un agasajo. Nos conocemos desde hace años, pero nunca habíamos coincidido en un proyecto. Es una actriz talentosísima, profesional, divertida y súper disciplinada. Desde el primer día hicimos click, y eso facilitó muchísimo crear esa conexión familiar.
Aunque su personaje no está durante toda la serie, era fundamental que desde el inicio se sintiera el amor, la complicidad, la estructura familiar. Cuando Sandra ya no está, su ausencia se vuelve muy poderosa, tanto emocionalmente como dentro de la historia. Me quedé con muchas ganas de volver a trabajar con ella.

MAURICIO OCHMANN

¿Pudiste proponer ideas o improvisar durante las grabaciones?

Sí, y eso fue muy bonito. Me encanta cuando hay espacio para crear, proponer y construir en equipo. Con los niños, con Ana, con el Diablito, íbamos pinponeando cosas todo el tiempo.

El Diablito, que además de actor también es guionista, y yo tenemos mucha química. Improvisamos bastante, lo que dio frescura a las escenas. Aunque llegó un punto en el que le dije: “¡Ya dime lo mismo en cada toma porque me estoy volviendo loco!”.

También fue increíble trabajar con Pocholo, que es el único actor que repite personaje desde la serie original. Ese detalle le da un vínculo muy especial entre ambas versiones. Y con Norma Angélica también hicimos un gran equipo. Mi personaje convive mucho con todos ellos, y son su apoyo… o su talón de Aquiles. Jugamos mucho en el set, y creo que eso se nota. La gente va a sentir que nos divertimos haciendo esta serie.

El concepto de familia ha cambiado mucho desde la versión original. ¿Qué mensaje esperas que deje esta nueva versión de Papá Soltero, especialmente para quienes nunca vieron la original?

Para mí, la paternidad es un tema muy personal y valioso. Es algo que disfruto muchísimo y en lo que estoy muy involucrado. Me gusta estar presente: hacer el desayuno, llevar a mis hijas, jugar con ellas… estoy totalmente “hands on”.
Creo que por eso conecté tanto con este proyecto. La serie habla de una familia que no es tradicional, pero que funciona, que se sostiene desde el afecto, incluso en medio del caos, la pérdida o las diferencias.

“Cada quien se identificará con un personaje distinto, pero el mensaje es claro: una familia puede tomar muchas formas, y lo más importante es la unión, el amor y estar ahí los unos para los otros. No importa si es una familia convencional o no; lo que cuenta es que estén unidos.”

Mauricio, cambiando un poco de tema. En tu Instagram vimos un poco de la fundación Vivir con Arte. ¿Nos puedes contar un poquito sobre eso?

Sí, la creamos para ayudar a niñas, niños y adolescentes a través de las artes, algo que siempre había querido hacer. Desde que era niño, el arte me cambió la vida, y creo profundamente en su poder transformador.

“Para mí el arte no solo es mi profesión, también ha sido una herramienta de sanación. Ya sea cantando, pintando, actuando o bailando, el arte te permite expresar emociones que a veces ni siquiera sabes cómo poner en palabras.”

¿A quiénes está dirigida?

Principalmente a jóvenes en situaciones vulnerables: niños en casas hogar, maltratados, abandonados, o en contextos familiares difíciles. Pero también queremos que cualquier niño o adolescente con ganas de expresarse a través del arte pueda acercarse.

Estamos arrancando con música y artes escénicas. Justo la semana pasada lo presentamos en el Museo Casa de la Bola. También vamos a lanzar convocatorias para becas y talleres.

¿Quiénes están detrás del proyecto?

Lo fundamos entre cuatro personas: mi pareja Lorena —que tiene un gran compromiso humanitario—, Erika Bañuelos —mi maestra de canto—, su hermana Deni y yo. Nos sentamos, lo platicamos y decidimos lanzarlo.

Es una asociación sin fines de lucro y nuestro único propósito es ofrecer contención emocional y bienestar mental a través del arte. Lo veo incluso con mis hijas: una toca el piano, otra baila, otra pinta… No importa si se dedican a eso profesionalmente o no. Tener un espacio artístico es como ir a terapia: te ayuda a sanar y a equilibrarte. Siempre suma.

MAURICIO OCHMANN

¿Cuáles son, en tu experiencia, los problemas emocionales más comunes que has observado en los jóvenes con los que trabajan en Vivir con Arte?

La verdad es que el proyecto está abierto a toda la niñez y adolescencia, pero sí hemos detectado ciertas señales: niños retraídos, con dificultad para expresar emociones, con ansiedad, déficit de atención, o incluso rasgos del espectro autista. El arte ayuda muchísimo en esos casos. Cuando no puedes verbalizar lo que sientes, crear algo —cantar, pintar, actuar— se vuelve una forma de liberar y procesar emociones.

La niñez y la adolescencia ya son etapas complejas por sí solas, así que tener a la mano una herramienta como el arte puede ser increíblemente valioso. Es casi terapéutico.

¿Y han visto cambios reales en los niños que han participado?

Sí. Tenemos testimonios de niñas, niños y también de sus papás. Nos dicen que han notado un cambio en su ánimo, que ahora tienen un propósito, un espacio donde se sienten escuchados. Y eso también impacta a las familias.

Nos hemos dado cuenta de que también hay que reeducar a los adultos. Muchas veces no saben cómo comunicarse con los niños, y eso genera dinámicas violentas sin intención. Por eso esto no es solo para quienes no tienen papás, sino también para quienes viven en familias donde hace falta una guía emocional. Queremos ofrecer un lugar seguro, de expresión y contención.

Y ese tipo de herramientas emocionales no las enseñan en la escuela.

Exacto. No te enseñan a manejar lo que sientes. Por eso queremos ser esa alternativa. Vivir con Arte es un espacio de crecimiento, expresión y equilibrio emocional a través de la creatividad. Y estamos muy contentos de cómo va avanzando.

Sabemos que también eres productor. ¿Tienes algún proyecto nuevo o algo que aún no hayas anunciado y nos puedas adelantar?

La verdad es que no me dejan contar mucho todavía [ríe], pero sí, vienen varios proyectos. En octubre podría estrenarse una película muy linda que filmé en España. Y después, por ahí de enero, viene otro estreno que también me tiene muy emocionado… pero todavía no puedo dar más detalles.

No pasa nada, con saber que vienen cosas ya nos dejas emocionados.

¡Sí! Hay varios en desarrollo. Uno del que sí te puedo hablar es un cortometraje que hicimos en Bilbao, se llama Dos noches en Bilbao. Lo produjimos Lorena y yo, lo dirige Gabriela Ortega y trata sobre la violencia de género y de pareja: ese momento en que se cruza la línea y empieza a surgir la violencia.

Quedó muy bonito. Lo hicimos con Onírica Films, mi productora, junto con mis socios Lalo y Arturo. También abrimos Onírica España, y estamos trabajando en nuevos proyectos allá. Yo tengo muchas ganas de dirigir y espero poder arrancar mi primera película antes de que termine el año.

 

Sigue a Mauricio en Instagram: @mauochmann

Vivir con Arte: @vivirconarte_ac

 

Créditos

Entrevista: Naomi Beyrut (@naomibeyrut)

Fotografía: @eduardoraos

Stylist: @rodrigoaalcantara @zegna

Grooming: @casillasdaniel_

Agencia: @inkentourage