¿La cuarentena ha cambiado en algo tu forma de trabajo como artista?
Sí, modificó bastante mi forma de trabajar, porque antes tenía toda la mañana para llegar a mi estudio y pintar. Ahora tengo que dividir mi tiempo entre mis hijos, la casa y el trabajo. Es difícil organizarse, la verdad. Creo que todos los papás y mamás allá afuera me entienden. Con niños que te interrumpen cada cinco minutos no es nada fácil; pero es cosa de organizarte y poner límites.

¿Cómo vives y organizas tu estudio y tu casa ante esta contingencia?
Me mudé afuera, mi estudio normalmente es adentro, tengo un espacio donde protejo las pinturas para que no se sequen. Pero en estos días de calor decidí trabajar desde la terraza, y está bien, está muy rico; sólo que tengo que hacerlo más rápido para que no se me sequen las pinturas, porque el acrílico se seca en dos minutos, así que debo ponerle un liquidito para que aguante más tiempo. Fuera de eso, me ha funcionado muy bien y me está gustando, me siento más en contacto con la naturaleza estando afuera. Gracias a Dios que puedo tener y aprovechar esta oportunidad.

¿Cuáles han sido los aspectos positivos de este encierro?
Poder valorar todo lo que hacen por nosotros todos los días. Tenemos muchas bendiciones, y tal vez en la rutina, no nos dimos cuenta; pero hemos aprendido a valorar, a dar las gracias.

También me encanta comer con mi familia completa todos los días. Mi esposo no viene a comer a la casa casi nunca; me fascina que podamos verlo diario, y mis hijos están felices de estar con él.

Hablando de introspección ¿cómo se ha dado esta reflexión para ti?
Cualquier tipo de arte nos conecta con un poder interior, el cual nos ayuda a conocernos a nosotros mismos, a entendernos mejor, y desde un ambiente emocional saludable, podemos explorar el camino del bienestar, de sentirnos conectados con nuestro ser, con nuestra espiritualidad. Desde este punto es donde sale lo mejor en creatividad, inspiración y creación, eso que vive en lo profundo de nuestro ser.

Hacer introspección, conocernos un poquito más y estar en contacto con nuestros sentimientos, es lo que hace fluir al arte.

¿Qué te motiva a pintar?
Me da esta conexión con el bienestar y sentirme en paz, tranquila, haciendo lo que me gusta, eso es lo que me atrae tanto de la pintura. Es un momento de introspección, de reflexión, de conectar con el aquí y el ahora; algo básico en estos tiempos.

¿Por qué esta introspección es importante para el arte?
Todos estamos conectados de alguna forma, todos tenemos esta manera creativa de expresarnos, y hay que encontrar lo que realmente nos haga felices. El sentirte bien, el traer más belleza y bienestar a tu vida, es lo que nos hace más completos, nos hace más humanos el conectar con nuestros sentimientos. También lo es aceptar que algo está pasando, que hay que cambiar, que hay que evolucionar.

¿Cómo podemos hacer esta reflexión interior para estimular nuestra creatividad?
Cuando tienes este bloqueo creativo, cuando ya no hay flow, cuando sientes que nada más no te llega la inspiración, les recomiendo The Artist’s Way, un libro de Julia Cameron, porque nos ayuda a este camino espiritual para lograr tener más creatividad. Además, te da unos tips súper fáciles y prácticos. Es un libro de cabecera.

¿Cuál es tu propósito como artista?
Conectar contigo, inspirarte por medio de la creatividad y de la pintura. Mi mensaje con el arte es traer más belleza y bienestar a tu espacio.