La comedia como herramienta de liberación y la sexualidad como un tema para reír, aprender y disfrutar: así vive y comunica María A Secas. Con “Podcasmo Múltiple”, su podcast que ya va por la octava temporada, ha creado una comunidad curiosa, abierta y dispuesta a romper prejuicios.

En esta entrevista, María nos habla de sus inicios en el stand up, su pasión por la educación sexual y los retos de ser una voz auténtica en medio de tantas censuras.

¿Qué te motivó a comenzar con el stand up?

Hace como diez años pasé por una ruptura amorosa. Cuando se lo contaba a la gente, se reían muchísimo, y muchas personas me decían: “¡Deberías hacer comedia!”. Entonces pensé: “¿Será? Tantas personas me lo están diciendo que igual sí debería”.

Además, me encantó saber que en el stand up yo soy la guionista, la artista y la directora. Siempre me ha gustado escribir, actuar y toda la parte creativa. Me di cuenta de que podía juntar todo eso y, encima, hacer reír a la gente con cosas que a veces pensamos que solo nos pasan a nosotras. Pero cuando las hablamos, descubrimos que no es así.

Al ser educadora sexoafectiva y comediante. ¿Cómo encuentras el equilibrio entre humor y sexualidad al desarrollar tus contenidos?

Creo que mezclar comedia con educación sexual es la mejor manera de llegarle a la gente. La sexualidad sigue siendo un tema tabú: a veces es bien recibida y a veces no. Pero cuando le pones humor y nos reímos de lo que nos ha pasado a todos, es mucho más fácil que la gente se abra.

La risa relaja, hace que la información entre mejor. Son temas que tensan mucho, pero si los abordas con humor, se vuelven más digeribles. Para mí, la manera correcta es hablar de sexualidad con mucha risa, de forma relajada y cercana.

Ya estás en la octava temporada de “Podcasmo Múltiple”, y hablas de tantra, BDSM y squirting. ¿Cómo seleccionas los temas y decides el tono entre lo informativo y lo divertido?

Van surgiendo según la etapa de mi vida. Hace como un año empecé a investigar sobre tantra, fui a un taller y me acerqué mucho más al BDSM, que siempre me había interesado y que incluso ya había practicado. Me di cuenta de que es un mundo enorme y fácil de hacer mal si no hay la información y el consentimiento necesarios.

Por eso decidí que esta temporada fuera “más marrana”, pero también más espiritual. Intento balancear: si el invitado no es comediante, le pongo más chistes y relajo el ambiente.

Siempre busco que haya un episodio con un especialista, más profundo e informativo, y otro con comediante, más ligero y de cotorreo. Así logramos esa mezcla que me encanta.

He podido equilibrar los contenidos del podcast gracias a toda la formación que tengo: no solo como comediante y standupera, sino también como educadora sexoafectiva y certificada en tantra. Me he informado muchísimo, he tomado talleres, he leído y estudiado mucho.

Eso me permite sentir la información y al invitado, y saber cuándo usar la comedia y cuándo entrar en la reflexión. Es práctica constante y escuchar mucho la energía de cada conversación.

¿Cómo han influido tus experiencias propias en la forma en que conectas con tu audiencia?

Creo que el basarme en lo que a mí me ha pasado, ese compartir algo tan personal hace que la gente conecte más. No hablo solo desde un lugar informativo, sino desde lo vivido. Cuando alguien ha sentido y experimentado lo que comparte, es más fácil comunicarlo y contar anécdotas auténticas. La gente percibe esa honestidad y se siente identificada. Eso hace que digan: “Esto es real” y se acerquen más.

Otro aspecto que ha fortalecido este lazo con la audiencia es que todos los momentos en “Podcasmo Múltiple” son improvisados, porque es como platicar con una amiga: no sabes a dónde va a ir la conversación, brincas de un tema a otro y luego regresas. Esa es la magia: sentir que estás sentada escuchando la plática entre amigas y, claro, aprendiendo.

Ya que mencionas esto, has compartido espacio con expertas como Úrsula de Joyclub, dominatrix y especialistas en tantra. ¿Qué aprendizajes te han dejado?

Hablar con personas que están tan clavadas en estos temas siempre me deja aprendizajes enormes. He aprendido a no cerrar mi mente, a entender que mi visión no es la única correcta.

Cada invitado trae su historia, sus miedos, sus inseguridades y lo que le prende o le apaga. Eso me inspira y me enseña muchísimo. Siempre salgo con algo nuevo: cada persona es un universo sexual único. Escuchar sus historias es fascinante.

Muchas marcas confían en ti para transmitir mensajes con humor y cercanía. ¿Cómo eliges con quién colaborar?

Elijo colaboraciones que estén alineadas conmigo y con la libertad que defiendo. Si una marca quiere censurarme (algo que pasa mucho en redes) o pide que no sea yo misma, no trabajo con ella.

Solo colaboro con marcas en las que confío y que uso. No hago alianzas con marcas que no van conmigo, que dañan al planeta o con las que no creo, aunque paguen bien.

La pasión es clave. Por ejemplo, estoy feliz porque esta temporada está presentada por Joyclub, que va totalmente conmigo: libertad, cero censura, muy kinky, sexy y también informativo. Me siento afortunada de haber encontrado marcas así.

¿Qué consejo le darías a otras comediantes o podcasters que quieren hablar de sexualidad sin caer en estereotipos?

Que se informen muchísimo y que sean muy curiosas, pero también que sepan que hablar de sexualidad en redes no es fácil. Aún hay muchísima censura y es todo un reto ser creativas con el lenguaje y con la forma de comunicar.

Sobre todo, que no intenten copiar a nadie. Cada persona tiene su forma única de decir las cosas y de conectar. Puede haber mil podcasts de sexualidad, pero nadie es tú, y ahí está tu poder.

María A Secas

¿Después de 8 temporadas, qué cambios has notado en tu audiencia y hacia dónde te imaginas yendo en los próximos años?

Mi audiencia se ha vuelto más abierta y curiosa. Ha crecido y explorado conmigo. Siento que quienes me siguen desde el inicio han pasado por un proceso de deconstrucción y cuestionamiento personal, y el podcast les ha cambiado tanto en lo sexual como en lo afectivo.

Me encantaría que el podcast siga creciendo, que llegue a muchas más personas y que se coloque en el top de las plataformas más importantes. Sueño con que sea uno de los podcasts más reconocidos de América Latina.

¿Hay nuevos formatos o plataformas donde te gustaría llevar tu comedia y contenidos sexoafectivos?

Me encantaría llevarlo a más países, hacer una gira más grande por Latinoamérica, por Europa y también por Estados Unidos. También quiero llegar a más rincones de México. Además, me gustaría grabar un especial para que alguna plataforma chingona lo suba. Sueño con escribir un libro, una serie o incluso una película. Seguro en unos años eso sucederá.

Cambiando un poco el tema ¿cómo te cuidas emocionalmente para mantener tu honestidad y energía en cada episodio?

Tengo rituales para protegerme emocionalmente, tanto en el podcast como en la comedia. Dormir bien es clave: si no duermo, no funciono. Todas las mañanas escribo tres páginas, me preparo mi café y escribo lo que salga.

María A Secas

También me tomo un día a la semana solo para mí, sin ver a nadie, para recargarme. Me gusta rodearme de amistades y no solo enfocarme en el trabajo. Me aseguro de tener momentos de gozo y diversión para equilibrar.

María, ya para cerrar ¿qué mensaje divertido, radical o inesperado te gustaría dejar a quienes te siguen?
Me encantaría invitarlos a que se atrevan a buscar su propia fórmula para vivir la sexualidad. Nos han enseñado cómo “debería” ser, pero yo les diría que cuestionen todo y vivan su sexualidad a su manera: libre, consensuada, con mucho amor, respeto y, sobre todo, con mucho placer.

 

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Por David Patiño Torres y Dayra Castillo

Fotografías cortesía de María A Secas

PR: Yconik