Alimentarte para la fertilidad no se trata solo de comer para quedar embarazada justo antes de quedar embarazada.
La fertilidad es algo que deberíamos considerar mucho antes de que planeemos concebir
Si los bebés están en tu plan de 5 a 10 años, considera cómo alimentas tu cuerpo, ya que es realmente un recipiente mágico y místico para crear vida. Si los bebés no están en su plan, comer para apoyar tu ciclo femenino sigue siendo una práctica importante para una función óptima y el envejecimiento.
Comer para la fertilidad nos prepara para sentirnos mejor durante el embarazo y el posparto
Si estás luchando contra la infertilidad, una buena alimentación puede mejorar la calidad del esperma y los óvulos y, al mismo tiempo, reducir la inflamación.
Para mejorar la calidad del óvulo y el esperma, es recomendable centrarse en proteínas de alta calidad, grasas saludables, carbohidratos complejos y verduras y frutas ricas en antioxidantes.
Aquí hay algunos alimentos que pueden ayudarte para la fertilidad:
Ostras, hígado de res alimentado con pasto, aguacate, batata, leche de coco, caldo de huesos, masa madre orgánica fermentada tradicionalmente (con mucha mantequilla cruda alimentada con pasto, o ghee si no tolera los lácteos), salmón silvestre, brócoli, plátanos, sardinas, arándanos, polen de abeja, sal marina celta, grasa de pato, aceite de oliva, chucrut, huevos de pastoreo, remolacha y huevas de pescado.
Comenzar el día con un desayuno rico en proteínas es una de las mejores maneras de apoyar nuestras hormonas y, por lo tanto, nuestra fertilidad
Un ejemplo práctico de un día comiendo para la fertilidad
- Al despertar: agua tibia con jugo de limón fresco o vinagre de sidra de manzana, y una cucharada de colágeno de alta calidad.
- Desayuno: omelette de jamón y queso con espinacas salteadas y bayas.
- Merienda de media mañana: batido de aguacate y leche de coco.
- Almuerzo: batata rellena de ensalada de salmón.
- Merienda a media tarde: manzana orgánica con mantequilla de almendras germinada.
- Cena: chuletas de cordero con tubérculos asados y coles de bruselas.
- Merienda: paté de hígado con pepinos y chucrut.
Opción vegetariana
Si eres vegetariana o vegana, no te preocupes, pero no descartes la suplementación. Piensa en proteínas, hierro, zinc, B12 y calcio.
- Desayuno: un grano más rico en proteínas, como la avena o la quinoa.
- Almuerzo: un salteado de tofu con verduras agregará pequeñas cantidades de B12 (pero un suplemento también es una gran idea para asegurarse de que está recibiendo suficiente).
- Cena: un guiso de lentejas vegetariano para zinc, proteínas y hierro, con muchas verduras oscuras como la col rizada para el calcio.