El diseño danés es sinónimo de simplicidad, funcionalidad y belleza atemporal. Desde mediados del siglo XX, esta corriente ha conquistado hogares y espacios públicos en todo el mundo, gracias a su capacidad para fusionar arte y utilidad.

En el corazón de este legado se encuentra BoConcept, una marca icónica que, desde 1952, ha encarnado los valores del diseño escandinavo mientras evoluciona para adaptarse a las necesidades modernas.

En Ambiance exploramos cómo el diseño danés se convirtió en un referente global y cómo BoConcept, fundada por dos visionarios ebanistas, ha sido protagonista de esta historia.

Los pilares del diseño danés

El diseño danés se caracteriza por su enfoque en la funcionalidad elegante y la artesanía meticulosa. Surgido en los años 20, se inspira en principios biomecánicos y en filosofías de pureza asiáticas, como el wabi-sabi, así como en movimientos modernos como la Bauhaus. Sus claves son:

  1. Simplicidad: Líneas limpias y formas orgánicas que evitan lo superfluo.
  2. Materiales nobles: Madera de teca, cuero y lana, seleccionados por su durabilidad y calidez.
  3. Hygge: Un concepto danés que prioriza la comodidad y la creación de ambientes acogedores.

Este enfoque no solo responde a necesidades prácticas, como adaptarse a viviendas urbanas más pequeñas; sino que también busca elevar la calidad de vida a través de la belleza cotidiana.

BoConcept: de taller artesanal a gigante global

Los Inicios (1952-1960)

En 1952, los ebanistas Jens Ærthøj y Tage Mølholm fundaron BoConcept en Herning, Dinamarca. Con solo habilidad y determinación, comenzaron fabricando muebles artesanales, que combinaba el diseño funcional con la artesanía tradicional. Su filosofía era clara: democratizar el diseño danés sin sacrificar calidad.

Innovación y expansión (1960-2000)

En los años 60, la marca dio un salto al industrializar su producción, manteniendo su esencia artesanal. Un hito clave fue la creación de muebles que permitían a los clientes personalizar estanterías y muebles modulares, anticipándose a tendencias actuales como el “hágalo usted mismo”.

En 1993, abrieron su primera tienda en París, y para el 2000, ya contaban con más de 300 tiendas en 65 países, consolidándose como líderes globales

El legado en el siglo XXI

Hoy, BoConcept mantiene su sede original en Dinamarca, símbolo de su arraigo en la tradición y su mirada hacia el futuro. Colabora con diseñadores internacionales y ha lanzado colecciones como Sweet Art, inspirada en pastelerías danesas, bajo la dirección creativa de Helena Christensen, quien enfatiza la importancia de espacios que combinen belleza y propósito.

BoConcept y la cultura contemporánea

La marca ha sabido adaptarse a las demandas modernas sin traicionar sus raíces. Ejemplo de ello es la mesa Alicante, diseñada con una base en forma de V para maximizar la comodidad, o el sofá Indivi 2, lanzado en 1999 y aún en producción. Además, iniciativas como la BoConcept University reflejan su compromiso con la innovación y la formación de talento.

En un mundo donde lo efímero domina, BoConcept sigue siendo un faro de atemporalidad, recordándonos que el buen diseño no pasa de moda, sino que se convierte en herencia.