Aprender técnicas de relajación o regulación de estrés debe formar parte de una medicina preventiva

Empecemos entendiendo que el estrés es una reacción del cuerpo ante situaciones reales o no. Es una manera adaptativa que tiene el cuerpo para sobrevivir. Un ejemplo que me encanta implementar es cuando cruzas la calle y alguien toca el claxon: tu cuerpo en automático se siente amenazado, sientes calor interno, tu corazón se acelera y en un abrir y cerrar de ojos ya cruzaste la calle y evitaste una tragedia.

Todo esto es gracias al estrés, que estimula nuestro sistema nervioso autónomo y, al mismo tiempo, gracias a hormonas que libera nuestro cuerpo, como el cortisol, la adrenalina y muchas otras.

El estrés es algo normal y esperado en tu cuerpo, te ayuda a combatir cualquier amenaza externa: desde elegir pareja o adaptarse a un entorno determinado, como también prevenir y que tu cuerpo por sí solo se defienda de una enfermedad que él mismo pueda combatir (generando fiebre y reacciones inflamatorias como defensa).

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Recordemos que el cuerpo es una máquina que trabaja perfectamente cuando hay equilibrio, y cualquier cosa que interfiera con éste afecta de diferentes maneras. Específicamente con el estrés, cuando hay una respuesta exagerada o estrés crónico, lo que ocurre es que interfiere con la comunicación que hay en el cuerpo, ya que el estrés puede modificar la respuesta hormonal, y las hormonas son la forma de comunicación que tiene nuestro organismo.

Hoy en día se sabe que el estrés crónico suprime el sistema inmunitario del cuerpo, manifestándose como una enfermedad. A esto se suman diferentes problemas que estimulan la inflamación por estrés como obesidad, enfermedades cardiovasculares, neurodegenerativas, depresión, diabetes y otras más.

Actualmente, el estrés es un factor primordial que, como profesionales de la medicina, debemos cuestionar en consulta porque nadie está exento a él, incluso hasta un bebé se estresa.

¿Es posible no estresarse?

Regular y gestionar el estrés es la clave. Hoy más que nunca, aprender técnicas de relajación o regulación de estrés debe formar parte de una medicina preventiva o de una receta médica.

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Practicar yoga, meditación, técnicas de mindfulness, suplementación que nos ayude con estrés, entre otras medidas, pueden ser la clave para tener una vida y mente más sana, así como contrarrestar las enfermedades que nos acogen.

Ideas para reducir el estrés:

  • Mindfulness (atención plena al momento).
  • Yoga
  • Ejercicio 30 minutos (4-5 veces a la semana).
  • Tomar el sol 10 minutos.
  • Abrazar o jugar con tu mascota.

 

Dra. Ana Victoria González Castro

Medicina General | Medicina Funcional | Psicología Clínica

Universidad de las Américas Puebla

Ced. Prof. 1081165

IG: @medicinaafuncional