Herramienta: sabiduría ancestral

Como cada año, un fenómeno cósmico ancestral llega a nuestras vidas teniendo un importante impacto en nuestra energía planetaria. El Sol hace un recorrido eclíptico sobre nuestro planeta tierra, cruza el Ecuador y cambia del hemisferio norte al sur, esto da lugar a que el día y la noche sean idénticas en todo el mundo, alcanzando una duración perfecta de 12 horas cada uno.

Pero ¿qué es equinoccio? Esta palabra proviene de Euqus: igual; y Nox: noche.

Esta energía marca el inicio de una nueva temporada llena de vida y de energía renovada. Desde los más antiguos de los tiempos esta celebración ha tenido un lugar importante como la apertura de un portal que nos da acceso a la luz más brillante del Espíritu. El sol envía fotonizaciones más intensas y esplendorosas, representando la energía de nuestro Ser, nuestra conciencia desde un lugar más puro y sutil. En este evento se incrementa la capacidad creadora de nuestra esencia, convirtiéndose así en el centro que organiza y regula nuestra existencia. Se trata de una fiesta solar que inicia nuestro proceso de evolución nuevo y pletórico de posibilidades para ti.

Lo interesante es que tal vez te hayas dado cuenta de que los días previos a este suceso nos vemos rodeados de situaciones, pensamientos y aspectos en nuestra vida un tanto desafiantes. Enfermedades, conflictos en parejas o grupos de amigos donde la energía en sí está teniendo un proceso de purificación desde lo más arraigado en nuestro sistema personal, invitándonos a discernir entre lo que debe mantenerse en nosotros, y marcando de forma contundente lo que debemos dejar ir y soltar en su totalidad.

No tengas miedo o angustia por lo que puedas estar experimentando, es la forma natural que necesita tu trayecto en esta tierra para tu evolución. Es un importante símbolo de transición de la muerte del YO hacia la nueva vida, la nueva realidad que el universo tiene preparada para ti, más fuerte, más lúcida, más consciente y elevada.

Ábrete a las nuevas oportunidades y fíjate en cómo lo hace la misma madre tierra, crea ciclos nuevos en los que ella renace, revive sus fuerzas activas que habían estado adormecidas y despierta todo a la nueva vida: la primavera. El florecimiento divino de toda la creación.

RECOMENDACIONES

Experimenta un tiempo a solas o con tus personas más cercanas donde puedas conectar con la energía de la tierra y de la luz.

Sal a caminar al jardín, descálzate y hazte UNO con Gaïa. Permite que tus raíces se purifiquen a medida que caminas sobre el pasto. Otórgate como ofrenda al sol, habla con tus células para que en consciencia se nutran y alimenten de este oro líquido luminoso que se disfraza de rayos para alimentarte sin impedimentos.

Refuerza la energía de tu plexo solar y despierta el sol nato que eres, conviértete en esa luz que se expande en cada lugar que visita, en cada persona que contacta y en cada espacio que habita. TÚ ERES LA LUZ, LA VIDA Y LA BENDICIÓN.

Dale la bienvenida a la nueva expresión de tu ser rodeándote de flores, haciéndote baños y limpiezas con ellas, dándoles un espacio en tu casa para que su energía contagie de alegría y bondad cada rincón.

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