La procrastinación es más común de lo que pensamos, y nos perjudica mucho porque dejar todo para el último momento (o simplemente no hacerlo) nos trae problemas y jamás vale la pena el estrés innecesario.
Una búsqueda superficial en Google de “cómo dejar de procrastinar” arrojó un montón de consejos que parecen obvios, como hacer listas de pendientes o calendarizar nuestras jornadas; pero hallamos otros consejos que son bastante útiles para cuando, por ejemplo, nos cuesta enviar correos electrónicos.
Estos son los trucos para dejar de procrastinar que realmente funcionan para nosotras:
1. Enviar más tarde, una función de Gmail
Puede sonar tonto; pero enviar correos electrónicos (o hacer llamadas telefónicas) estresa mucho. Para no postergar los mails, puedes utilizar la función Enviar más tarde en Gmail.
Por alguna razón, evitar el aterrador botón Enviar y, en su lugar, programar un correo electrónico, calma mi ansiedad lo suficiente como para que no se sienta abrumadora. Incluso si solo lo programo para cinco minutos más tarde.
2. Confía en el poder de la música
Hay canciones que nos gusta escuchar porque van con el modo de lo que estamos haciendo, y tenemos una playlist casi para todo: hacer ejercicio, limpiar la casa, relajarnos o el frutifantástico… Así que busca la música que te dé valor y energía para trabajar y no dejar las cosas para después.
3. Escribe tu lista de pendientes
Este es el consejo más obvio, por decirlo de alguna manera, y habitual; pero te sugerimos que hagas tu lista de pendientes, con fechas y detalles, escribiéndola con tu propia mano en una libreta.
Estamos seguras de que los recordatorios en el teléfono, correo y otras aplicaciones son efectivas; pero con el acto de escribir y considerar los detalles de cada pendiente, algo pasa en nuestra mente que se quedan más arraigados.
Además, es muy bonito rayar con la pluma las actividades cumplidas, y da mucho satisfacción ver que en el día (o la semana) escribiste muchas tareas y las tachaste todas.
4. La técnica Pomodoro
La técnica Pomodoro es un método para mejorar la administración del tiempo dedicado a una actividad. Fue creado por Francesco Cirillo a fines de la década de 1980. Se basa en usar un temporizador para dividir el tiempo en intervalos fijos, llamados pomodoros, de 25 minutos de actividad, seguidos de 5 minutos de descanso, con pausas más largas cada cuatro pomodoros.
La técnica Pomodoro se aplica así:
- Decidir la tarea o actividad a realizar. Checa tu libreta o el lugar donde anotas tus pendientes.
- Poner el temporizador (25 minutos).
- Trabajar en la tarea de manera intensiva hasta que el temporizador suene.
- Hacer una marca para anotar cuál pomodoro se ha completado.
- Tomar una pausa breve (lo ideal son 5 minutos).
- Cada cuatro pomodoros, tomar una pausa más larga (no más de 15 minutos).
5. Un sistema de recompensas
La motivación y las responsabilidades pueden ser muy complicadas, así que vamos a lo simple: el sistema de recompensas. No hay mucha ciencia detrás: cuando terminas X, puedes hacer o tener Y.
Fotografía de portada: wayhomestudio en Freepik.