Pedir ayuda demuestra fortaleza y es el primer paso para la curación
Es muy bueno que la salud mental se ha vuelto una prioridad, tanto como lo es la salud física, pues en tiempos tan complicados e intensos que vivimos ahora es completamente normal sentir que las cosas se ponen más difíciles.
Por fortuna, vivimos en una era donde hablar de temas tan complejos como este ya no es visto como un estigma o un tabú, por lo que queremos recordarte siempre que pedir ayuda está bien, porque pedir ayuda nos hace más fuertes.
En este sentido, Jennifer Nurick, psicoterapeuta clínica inglesa, comparte una lista de señales específicas que pueden denotar que una persona necesita terapia. Si te encuentras en una situación difícil y no estás segura de si es una buena idea, te compartimos aquí algunos indicios de que podría ser útil.
1. Sobrepensar tus problemas
Sabemos que cuando algo se complica, tratamos de buscar una solución de cualquier forma posible, pero el problema que aparece posteriormente es el ya no poder pensar en otra cosa que no sea eso. Cuando te encuentras estancado en un mismo problema y solo le das vueltas, hablar con un terapeuta puede ser de completa utilidad.
2. Sentirte confundido, triste y ansioso
En algunos casos es recomendable la medicación adecuada para cambiar nuestro estado emocional, pero para ello es más que indispensable ir con un psiquiatra primero, pues toda medicación viene luego de un previo diagnóstico, ¡No corras riesgos por automedicarte!
3. Tienes signos físicos de estrés emocional
Si presentas problemas como el insomnio, dolores constantes, falta de apetito o complicaciones médicas repentinas, estos podrían deberse al estrés emocional. Un terapeuta podrá ayudarte a definir si un problema emocional se está convirtiendo en un problema físico.

4. Presentas pensamientos y comportamientos inseguros
Si constantemente piensas en hacerte daño a ti mismo o si empiezas a consumir sustancias nocivas para sentirte mejor o evadir tus pensamientos, son serias señales de que debes buscar ayuda.
5. Estás atrapado en patrones de relaciones poco saludables
Si sueles repetir un cierto tipo de relaciones infelices, te cuesta conectar con tus vínculos personales, un terapeuta puede ayudarte a entender por qué y a cambiarlo poco a poco.
6. Te sientes diferente (y no de la forma agradable)
Algunas señales de auxilio vienen muy desde el interior, pues es muy probable que experimentes pensamientos angustiantes de manera insistente o que de repente sientas que no eres tú mismo. A veces puede existir una razón obvia para ello, pero no siempre es el caso.
7. Hay un trauma infantil presente
Muchas personas acuden a terapia para recuperarse de experiencias traumáticas de la infancia, pues estas vivencias crean reacciones protectoras que funcionan a corto plazo, pero que en la edad adulta se vuelven un problema.
8. Los factores externos están complicando todo
Dinámicas familiares complicadas, un duelo o problemas en el trabajo pueden tener un impacto en la salud mental por más que no lo parezca, por lo que si notas alguna afección provocada por un problema externo, es recomendable comunicarse con un terapeuta.
La terapia es un lugar personal y privado para hablar de tus sentimientos, aprender más sobre ti mismo y hallar estrategias para mejorar tu capacidad de afrontar la adversidad