La belleza exterior comienza en el interior
Si hablamos de cuidado de la piel inmediatamente pensamos en productos y cosméticos que, entre más caros, mejor. Sin embargo, hay prácticas que, si se llevan a cabo con diligencia, pueden desencadenar una transformación a partir de la salud.
Hidrátate adecuadamente
La hidratación es la clave, pues recuerda que nuestras células son casi 70 % agua.
La cantidad de líquidos indicada ayuda a la circulación y el drenaje linfático, factores que se ven reflejados en la piel. Mientras que la deshidratación crónica puede provocar una pérdida de elasticidad de la piel y la aparición de un envejecimiento prematuro.
No todos los líquidos son buenos: evita aquellos que tienen azucares y sales en exceso
Bájale al azúcar
Sabemos que los postres y bebidas dulces le ponen sabor a la vida, pero la cantidad de azúcar y endulzantes que contienen los alimentos de hoy en día (en especial los procesados) pueden ocasionar obesidad y otros males.
Demasiada azúcar rompe el colágeno y la elastina, ambos importantes para una piel joven y sana. El primer lugar para reducir el azúcar es en tus bebidas. El siguiente paso es asegurarte de que estás comiendo versiones simples o sin azúcar de tus alimentos favoritos, como yogur o avena, ya que muchos productos dicen ser light o reducidos en azúcar, pero sólo es una estrategia de marketing.
Lo mejor es incluir fruta en tu dieta, siempre y cuando las ingieras sin almíbar, miel o azúcar simple. Sé razonable, todo con moderación.
Valora las fuentes de colágeno
Aquí en Ambiance te hemos compartido los beneficios de consumir alimentos como caldo de huesos o comer pollo con hueso para obtener más colágeno en tu dieta.
Del mismo modo, ingerir alimentos ricos en vitamina C, como frutas cítricas, brócoli y pimientos rojos, puede ayudar a apoyar la producción natural de colágeno de tu cuerpo.
Gestiona el estrés
Últimamente todas estamos viviendo en tiempos estresantes, pero incluso el estrés diario puede afectar la calidad de nuestra piel.
Tomarse el tiempo para relajarse y practicar el cuidado personal puede parecer diferente para muchas personas. Para algunos, puede ser mediación, largas caminatas o una llamada a un amigo.
Come grasa
El mito de las dietas bajas en grasas es muy de los años 90, porque ahora disciplinas en extremo demandantes como el ballet, el ciclismo, el atletismo o el boxeo requieren de las grasas saludables, pues éstas son los componentes básicos de las células cutáneas saludables.
Alimentos como aguacate, huevos enteros, carne de res alimentada con pasto y salmón salvaje ayudan a mantener las células de la piel hidratadas y contribuyen a equilibrar los niveles de azúcar en la sangre.
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