La Casa de las Flores tiene su protesta,
su crítica a la sociedad
y sus prejuicios, sea 1979 o 2020″

Por Paola Letayf/David Patiño
@DavidPatioTorr1

¿Cómo has pasado la cuarentena?

En casa, muy guardado y con mucho tiempo libre. Ya atravesé todas las etapas después de más de dos meses en casa jejeje. No tuve muchos cambios en mi rutina básica, de por sí tenía la suerte de entrenar y cocinar en mi hogar; son actividades que disfruto, entonces esas dos actividades estaban cubiertas.

“Lo más rudo fue celebrar mi cumpleaños solo en casa,
no creo que sea tan normal pasar un día tan importante así;
pero igual fue toda una reflexión de lo qué es realmente el contacto humano”

¿Qué otros aprendizajes te han dejado toda esta situación?

Muchísimos. Uno de los más importantes es cuestionarme qué estamos haciendo, por qué tuvo que pasar algo así para que la humanidad entienda que no hay fronteras ni estratos, toda etiqueta quedó en blanco aquí. Esto nos tocó a todos; un virus es la prueba que todos somos iguales. Es increíble que la muerte de tantas personas sea el motivo de unión.

La Casa de las Flores es de estas series que te ayudan a quedarte en casa. ¿Cómo fue que llegaste a este proyecto?

Un casting como el 90 % de mis trabajos. Ya conocía a la familia de Manolo Caro y su productora, un lujo de equipo. Esta prueba fue como un reality en la oficina de Luis Rosales Casting, nos citaron a varios actores por personaje. Fue una ronda de eliminación hasta que un feliz trío quedó solo en la casa esperando la noticia: Isabel Burr, Tiago Correa y yo éramos los 3 del pasado. La verdad fueron los mejores compañeros perfectos para esta aventura. Los extraño mucho.

¿Cómo describirías al Dr. Salo?

Primero que todo, un buen tipo, corazón noble, alguien que trata de descubrir su propia vida mientras cumple sus creencias, con su familia y lo que le enseñaron sobre cómo se debe vivir. Creo que de alguna forma siempre se va a arrepentir de sus decisiones. Tal vez en otra vida, sin tantas reglas y deberes sería otro Salo.

¿Sentiste presión al sumarte a un proyecto que ya ha gustado tanto al público?

Me gané la lotería, con avión y todo, jajajaja. De verdad es un regalo, un compromiso y una responsabilidad enorme. Se trata de un elenco de puras estrellas con gran talento, que además llevan de ventaja tres temporadas de ensayos y escenas grabadas. La tarea para nosotros era llegar al día 1, pero con la experiencia de 738,284,838 horas de trabajo, jajaja.

“Siento que toda la generación del 70 brilló, en especial Rebeca Jones, quien nos impulsó a todos y se robó la escena con Victoria. Ella nos regaló ese golpe de energía que necesitábamos”

¿Cómo te sentiste con ese viaje al pasado en la serie?

Justo lo que recomendó el doctor. Siento que La Casa cobró otra dimensión y los personajes se ganaron más al público. Viendo el pasado de cada uno, te enamoras más de todos los personajes. Llegas a entenderlos viendo cómo los educaron; esas cosas que nos dicen de niños y que nunca se olvidan: el qué dirán, las buenas costumbres, la gente bien, de buena familia. Con todas esas frases famosas, otra vez nos damos cuenta que nos parecemos demasiado.

¿Cuál fue tu escena favorita?

Uff, tengo dos. La primera es donde nos despedimos de Chuy, y comparto escena con el gran David Ostrosky, que me regaló los mejores consejos de cómo armar al personaje, darle su propia alma y mente, además que siempre está en contra de lo que dice Salo.

La otra fue la despedida con Virginia. ¡Qué momento más duro saber que vas a decir y hacer algo que no quieres, de lo que te vas a arrepentir toda la vida! Y claro, sólo necesitas los ojos de Isabel cargados de emoción para sentirlo todo.

¿De qué manera invitarías a la gente para ver la serie?

Ojalá se den la oportunidad de reír con nosotros. Luego de un rato van a entender lo profundo de los temas que Manolo siempre toca en sus historias. La Casa de las Flores tiene su protesta, su crítica a la sociedad y sus prejuicios, sea 1979 o 2020. Mientras la risa nos divierte, también llegamos a analizar eso que también nos tocó a nosotros.

¿Cómo ha sido trabajar con Manolo Caro?

De las mejores experiencias de mi vida profesional. Todavía me sorprendo de lo claro y generoso que es como director. Además, pensarías que un productor, director y escritor, quiere tener todo controlado, y sí, Manolo siempre vigila todo; pero confía enormemente en su equipo, tanto detrás de cámaras como el elenco. También siempre está abierto a escuchar propuestas, a crecer el personaje. Realmente es el capitán del barco.

¿Cómo afectó tu calendario la cuarentena?

¿Qué día es hoy? En eso sí estoy muy desubicado. ¡Llevo 3 domingos entrenando porque no me enteré a tiempo que era día descanso y pizza!

¿En qué proyectos estarás para lo que resta de 2020?

Gracias al público hermoso que me sigue, les confirmo que ya tenemos cosas en fuego bajo. Dependemos de la cuarentena y la situación general para comenzar a rodar. Por ahora todo muy secreto; pero les va a gustar.

Espero darles más material y nuevos personajes pronto. Ya tenemos terminada la primera película que filmamos completamente en cuarentena: Pandemonium. Tenemos el estreno como en un mes aproximadamente.