Es impactante cómo todas nos hemos sentido inseguras sobre nuestro cuerpo en algún momento de nuestra vida.
Cada vez que hablamos con mujeres y niñas de todas las edades, descubrimos que este problema de autopercepción es muy común, y hasta lo hemos normalizado.
El camino para liberarnos de estas formas de percibirnos a nosotras mismas no es sencillo, requiere de mucho amor y conciliación. Dicho esto, los 10 consejos que leerás a continuación pueden ser los primeros pasos para aprender a amar tu propio cuerpo.
Despreocúpate
Muchas veces nuestra mente es la peor de las enemigas, y nos clavamos en ideas que en nada corresponden con la realidad. No dejes que lo que piensas de tu cuerpo o talla te limiten para realizar todas aquellas actividades que disfrutas.
Los límites los crea tu mente y tú tienes el poder de hacerla entender tu belleza
Disfruta tus formas
Tu cuerpo es hermoso, y no existe otro tan bello como el cuerpo que habitas ahora. No te preocupes por los gorditos ni por esa sensación de “no tener nada”. Goza de tus formas y cómo te ajusta la ropa… ¡Lúcete!
Enfócate en lo positivo
Es un hecho estudiado y documentado que nuestro cerebro y memoria se enfoca en los eventos malos y les da mucho mayor peso que aquellos buenos o satisfactorios, así que de nuevo hay que aprender a convivir con la manera en la que trabaja nuestra mente.
En ocasiones toda esta atención a los fracasos (o lo que consideramos como una falla) nos hace ser severas con nosotras mismas. Cada que esto pase también piensa -y disfruta- de todo lo que haces y has hecho bien.
No te molestes mucho por la ropa
La ropa es parte importante de la imagen que proyectamos al mundo; pero como se trata de una industria muy compleja y con muchos intereses oscuros detrás, aprende que no vale la pena sufrir por lo que llevamos puesto.
Los patrones y tallajes son muy engañosos, así que no te fíes de ellos
Para incrementar tu seguridad puedes apoyarte en tus prendas favoritas, en las que tú sientas que te ves fabulosa y sal a la calle pensando solo en eso.
Deja de compararte
Ningún ser humano es igual a otro (hasta en los gemelos hay diferencias), así que no deberías torturarte al compararte con alguien más. No importa quién sea, tú eres única y mereces gozarte como tal.
Las comparaciones llevan a problemas de alimentación, psicológicos y emocionales que no querrás cargar el resto de tu vida
Date un capricho de vez en cuando
Nuestro estilo de vida se ha vuelto tan rígido y enfocado en producir, que tomarse un momento o darse un capricho ha llegado a ser hasta mal visto.
No dejes que nada ni nadie te diga qué no puedes hacer: hazlo, pero con medida
Un chocolate de vez en cuando, una visita al spa, un largo baño o quizá un momento a solas con un buen libro siempre serán bien recibidos.
Aprecia todo lo que te gusta de tu cuerpo
Enfócate en todo aquello que te gusta de tu cuerpo, eso que te encanta tener y que incluso te fascina presumir.
Haz todo a su tiempo
Tener una rutina saludable (no solo en la alimentación) permitirá que tu cuerpo no tenga problemas y funcione a la perfección.
Duerme cuando tengas que dormir y por el tiempo que debes dormir; come cuando tengas hambre y solo lo necesario para satisfacerla; despreocúpate por el trabajo y descansa.
Aléjate de gente tóxica
La gente que no tiene los mejores sentimientos hacia ti podría sumirte en un ambiente en el que tú nunca te sientas cómoda. Olvídate de ellos e inclínate por rodearte de gente que ames y que te ame.
Tener una red de apoyo y cariño es vital para ser más feliz
Ama tu cuerpo
Tu cuerpo es increíble: te mueve, te sube, te baja, te lleva y te trae; tenerlo es una fortuna y deberías verlo como tal, no importa cómo sea este.