En verano es cuando más nos preocupamos por los rayos del sol, aunque debemos recordar siempre que el cuidado facial comienza con tu protector solar.

Así como tenemos shampoos, cremas y sueros para cada tipo de cabello y piel, también necesitamos protección específica contra los rayos UV, UVA, UVB y hasta la luz azul, y no basta sólo con fijarnos en el Factor de Protección Solar (FPS), sobre todo si es para nuestra cara.

¿En qué debo fijarme a la hora de elegir mi protector solar? Primeras consideraciones

  1. Que sea de amplio espectro. Busca una fórmula que proteja frente a la radiación ultravioleta A (UVA), ultravioleta B (UVB), luz visible y luz infrarroja.
  2. Que sea libre de grasa y no comedogénico, sobre todo si tenemos la piel mixta o grasa.
  3. La textura y el acabado. Como lo vas a usar todos los días y varias veces al día, es necesario que sea lo más cómodo y hasta placentero posible, así que revisa bien si te gusta una consistencia más fluida o compacta, o si prefieres un acabado mate o satinado.
  4. Características específicas: según el lugar donde se vaya a utilizar y la actividad que se vaya a realizar, y tener en cuenta patologías de la piel como la rosácea, cicatrices o manchas.

Una vez sabemos el orden de prioridades que debemos seguir para escoger un buen protector solar para la cara, toca ir a lo específico para decidir según la tipología de piel.

Piel grasa

  • Necesitas un protector que te ayude a controlar los brillos indeseados y evitar a toda costa la reacción e incluso provocar acné.
  • Enfócate en fórmulas oil free (libres de aceites), con texturas ligeras y de efecto matificante.
  • Es esencial buscar fórmulas de acción no comedogénica para evitar la estimulación de sebo y control de brillos, causante de la obstrucción de los poros

 

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Piel mixta

  • Comparten características de la piel grasa; sin embargo, la piel que está fuera de la zona T es la parte seca, y la zona T está llena de brillos y poros abiertos, así que debe controlar la grasa o tener efecto matificante.
  • Debe incluir activos que hidraten la piel o que sean calmantes y refrescantes, para que actúen sobre las partes seca.

 

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Piel seca

  • Las pieles secas son muy sensibles a la exposición solar y padecen los estragos causados por el sol, la acción del cloro y la sal mucho más que otras.
  • Necesitan una protección que además aporte un extra de hidratación y reduzca la pérdida de agua de los tejidos.
  • Busca fórmulas nutritivas, enriquecidas con aceites y, de ser posible, fotoprotectores de tipo químico que estén diseñados para ser absorbidos por las capas más profundas de la piel.

Pieles sensibles, atópicas, con rosácea o alguna otra condición especial

Antes de cualquier recomendación o selección, es importante que acudas con el o la dermatóloga para atender las condiciones especiales de tu piel

  • Por su facilidad para quemarse, para este tipo de pieles es aún más importante emplear protector solar a diario.
  • Busca el máximo FPS disponible.
  • Elige filtros físicos o minerales como el óxido de zinc y el dióxido de titanio.
  • Fórmulas ricas en ingredientes antioxidantes, que no solo proteja de las radiaciones solares, sino también de los efectos tóxicos de la contaminación.
  • Evita que tengan perfumes, fragancias y que sean hipoalergénicos.
  • Recuerda que, con condiciones de piel delicadas, es más importante reaplicar tu protector solar durante el día.
  • En casos de rosácea, busca acción antirojeces y el máximo FPS disponible (mínimo 50), pues la rosácea empeora mucho con la exposición al sol.

Y los errores más comunes a la hora de aplicar el fotoprotector son:

  1. Compra tu protector solar antes de salir y no cuando estés en tu destino

Muchas veces compramos estos productos ya cuando estamos en el lugar de vacaciones (o trabajo) y como no encontramos el que responde a nuestras necesidades, acabamos con un fotoprotector de amplio espectro que puede incluso traernos más problemas que soluciones.

  1. No uses el mismo solar para cuerpo y rostro

Aunque a ciertas personas esto puede funcionar (y ser un enorme alivio a sus carteras), muchas no podemos darnos ese lujo. Además, la piel del rostro es más sensible y nunca está cubierta por prendas que ofrecen en sí mismas un extra de protección.

  1. Prefiere fórmulas sin octocrileno

El octocrileno está relacionado con reacciones alérgicas, sobre todo en niños pequeños y en personas con dermatitis atópica. También asegurate de que no contenga parabenos.

  1. Revisa bien las etiquetas

Los protectores solares serios deben tener esta información en sus etiquetas: ingredientes, recomendaciones de uso, FPS, fecha de caducidad, resistencia al agua, tipo de rayos contra los que funciona (UV, UVA, UVB).