En tu cosmetiquera no pueden faltar una buena base, un primer, sombras y, por supuesto, tus brochas de maquillaje. Estas herramientas son esenciales para lograr un acabado impecable y profesional. Existen distintos tamaños, formas y texturas, diseñadas para cada técnica, pero todas tienen algo en común: necesitan ser cuidadas y limpiadas con regularidad.
Mantener limpias tus brochas no solo prolonga su vida útil, sino que también protege tu piel de bacterias e imperfecciones, además de garantizar una aplicación más uniforme del maquillaje. Aquí te compartimos los mejores consejos para hacerlo correctamente:
1. Limpieza básica
Lo ideal es lavar tus brochas una vez por semana o cada dos usos, dependiendo de la frecuencia con que las utilices. Puedes usar un jabón neutro o un limpiador específico para brochas. Si no tienes uno a la mano, el aceite de oliva o de coco también ayudan a disolver el maquillaje más resistente.
2. Agua tibia, nunca caliente
Moja solo el pelo de la brocha, evitando que el agua llegue al mango para no debilitar el pegamento. Lava siempre con agua tibia, ya que el agua caliente puede dañar las cerdas y acortar su vida útil.
3. Movimientos suaves
Haz movimientos circulares sobre una alfombrilla de silicona o en la palma de tu mano, con delicadeza, para no maltratar las cerdas.
4. Enjuaga a profundidad
Aclara con agua tibia hasta que el agua salga completamente limpia. No dejes restos de jabón, ya que podrían afectar la aplicación del maquillaje, dejándolo opaco o con residuos blanquecinos.
5. Secado correcto
Presiona suavemente las cerdas con una toalla para absorber el exceso de agua. Déjalas secar en posición horizontal o con las cerdas hacia abajo, idealmente usando un soporte especial. ¡Nunca uses secadora de cabello!
6. Limpieza exprés según el tipo de brocha
La frecuencia de limpieza varía según el uso de cada brocha:
- Brochas de base y corrector: 1–2 veces por semana.
- Brochas de sombras y polvo: al menos una vez por semana.
- Esponjas tipo beauty blender: idealmente después de cada uso.
Una vez al mes, puedes desinfectarlas con alcohol isopropílico en spray para eliminar bacterias.
7. Cuándo es hora de decir adiós
Cambia tus brochas cuando notes que pierden su forma, sueltan cerdas, huelen mal o no quedan completamente limpias tras lavarlas.
Cuida tus herramientas, cuida tu piel
Tus brochas son una extensión de tu rutina de belleza. Al mantenerlas limpias, no solo obtienes mejores resultados, sino que también cuidas tu piel y evitas imperfecciones.