Antiguamente, la digestión era un tema del que poco se hablaba, salvo en visitas al médico. Sin embargo, hoy en día conocemos la gran importancia del intestino en nuestra salud general, bienestar y hasta en nuestro estado de ánimo. Este avance en el conocimiento nos ha llevado a cuidar mejor nuestro microbioma intestinal mediante el consumo de prebióticos y probióticos, disponibles no solo en yogures, sino también en suplementos y otros formatos.
¿Qué son los prebióticos y probióticos?
Para entender cuándo tomar estos suplementos, primero debemos saber qué son. Según el Dr. Adrian Weingart, médico y cofundador de mybacs, “los prebióticos son sustancias no vivas que favorecen el crecimiento de bacterias beneficiosas en el intestino. En cambio, los probióticos son microorganismos vivos, normalmente bacterias, que también influyen positivamente en la salud intestinal”.
¿Cuál es el mejor momento para tomarlos?
La distinción entre prebióticos y probióticos es crucial para saber cuándo tomarlos. El Dr. Weingart explica que “los prebióticos, como la fibra, pueden ingerirse en cualquier momento del día, preferiblemente durante las comidas”.
Los probióticos, en cambio, deben tomarse preferentemente con el estómago vacío o entre comidas. “Esto se debe a que el ácido estomacal está menos concentrado con el estómago vacío, lo que fomenta la supervivencia de las bacterias probióticas”, señala.
Un consejo adicional
Si eres de las personas que toman vinagre de sidra de manzana o agua con limón a primera hora de la mañana, puedes estar tranquila.
“La eficacia de los simbióticos no se ve afectada por las bebidas ácidas, ya que las bacterias están diseñadas para sobrevivir al estómago y desarrollar todo su efecto en el intestino”, explica el Dr. Weingart. Así que, ¡nada debe interponerse en tu ritual matutino!
Asegúrate de tomar tus prebióticos y probióticos en el momento adecuado para aprovechar al máximo sus beneficios para la salud.
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