Desde los arcoíris de su infancia hasta las vibrantes calles de Nueva York, Ana Joaquina nos transporta a través de su lente a la esencia misma de la cotidianidad y la euforia de los momentos especiales.

En esta entrevista, descubrimos cómo Ana Joaquina se adentró en el mundo de la fotografía, su pasión por inmortalizar la diversidad de realidades y su viaje desde las zonas rurales de México hasta las bodas y eventos sociales, donde capta emociones fugaces que perduran para siempre.

¡Conoce la historia detrás de su enfoque y cómo transforma lo ordinario en extraordinario a través de su cámara!

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¿Cómo te iniciaste en el mundo de la fotografía?

En una vacación mi tía me presto una cámara digital y descubrí que con ese pequeño aparato podía congelar lo que mis ojos veían. Me voló la cabeza pensar que podía guardar un fragmento del presente por siempre. Esto me dejó fascinada, ahorré durante varios años y a los 14 años me compré mi primera cámara y empecé a fotografiar las cosas que me maravillaban, como los arcoíris y el agua.

En tu página vimos fotografías de zonas rurales de México, y también otras muy interesantes de Nueva York… ¿Qué es lo que más te gusta fotografiar?

Lo que más me gusta fotografiar es la cotidianidad dentro de diversas realidades. En la Sierra, el campo o Nueva York, las personas realizan las mismas actividades de manera diferente, y eso me parece fascinante.

¿Cuándo tuviste tu primera exposición?

Mi primera exposición fue en Canadá; ahí estudié fotografía y al final del curso expuse una seria de imágenes en donde mostraba a personas diversas tomando café. Elegí esa temática porque me impresionaba la multiculturalidad que existe en Victoria, BC, y también por la relevancia que tiene el café dentro de la cultura de la ciudad.

¿Cómo fue que diste este salto a la fotografía de eventos?

Cuando hago fotografía documental tengo que estar observando todo a mi alrededor, estar muy presente para captar momentos únicos; en un campamento me invitaron a fotografiar una boda y descubrí que sentía lo mismo. Tenía que estar al pendiente de las personas y de todo lo que me rodeaba para que no se me escapara ningún momento especial, ya que son irrepetibles y solo dura un par de segundos, solo tienes una oportunidad para captarlo y esto lo vuelve muy emocionante.

¿Qué retos implica encargarse de la memoria fotográfica de una boda o un evento social en general?

Son varios; pero el principal es captar las emociones de las personas de manera genuina. Hay momentos y reacciones que duran un par de segundos y no se repiten nunca. Nuestra misión es estar en el momento correcto para captarlas y guardarlas por siempre.

¿Y lo que más te gusta de este tipo de fotografía?

Me encanta cómo se vive la boda, es de una forma muy cercana junto con los novios. Te vuelves testigo de sus sentimientos; los nervios, alegría y emociones se te terminan contagiando porque estás ahí, observando todo lo que viven durante ese día en primera fila. La verdad es muy emocionante y lindo que te compartan un día tan importante y, sobre todo, que confíen en ti.

¿Manejas paquetes fijos o se van adaptando a las necesidades de cada evento o cliente?

Tengo paquetes base; pero todo se puede modificar según las necesidades de cada cliente. La verdad es que cada evento es único y cada pareja tiene necesidades diferentes.

¿Cómo podemos seguirte en redes sociales y ver tu portafolio?

En Instagram me pueden encontrar como fugaz.aj, ahí pueden ver mi portafolio de bodas. Y si quieren mis viajes y proyectos personales estoy como ana_joaquinaaa.